Santiago
Escuain
Sobre la
última Pascua
y el día de la crucifixión de nuestro Señor
¿Comió
el Señor la Cena de la Pascua?
Esta es una cuestión
que se ha debatido una y otra vez, y su solución,
como se desprenderá claramente de lo que sigue,
depende de disipar algunos malentendidos acerca de
algunos de los términos que se usan en las
Escrituras. Obviamente, lo primero que debemos hacer
es acudir al registro histórico y observar lo que
dice en todos los pasajes que tienen que ver con
esta cuestión, y que son evidentemente Mateo,
Marcos, Lucas, Juan, Hechos y ciertas partes
del Antiguo Testamento, y buscar interpretar la
Escritura mediante la Escritura.
El primer día de la
fiesta de los panes sin levadura, vinieron los
discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que
preparemos para que comas la pascua? Y él dijo: Id a
la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro
dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la
pascua con mis discípulos. Y los discípulos hicieron
como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.. ... Mateo 26:17-19
El primer día de la
fiesta de los panes sin levadura, cuando
sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos
le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar
para que comas la pascua? Y envió dos de sus
discípulos, y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá
al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua;
seguidle, y donde entrare, decid al señor de la
casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde
he de comer la pascua con mis discípulos? Y él os
mostrará un gran aposento alto ya dispuesto;
preparad para nosotros allí. Fueron sus discípulos y
entraron en la ciudad, y hallaron como les había
dicho; y prepararon la pascua. Y cuando llegó la
noche, vino él con los doce. ... Marcos 14:12-17
Llegó el día de los
panes sin levadura, en el cual era necesario
sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a
Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua
para que la comamos. 9
Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la
preparemos? Él les dijo: He aquí, al entrar en la
ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un
cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde
entrare, y decid al padre de familia de esa casa: El
Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de
comer la pascua con mis discípulos? Entonces él os
mostrará un gran aposento alto ya dispuesto;
preparad allí. Fueron, pues, y hallaron como les
había dicho; y prepararon la pascua. Cuando era la
hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y
les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta
pascua antes que padezca! Porque os digo que no la
comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. Lucas 22:7-16
Así, las Escrituras
dicen con toda claridad, hasta este momento:
1.
que era el primer
día de los panes sin levadura,
2.
el día en que se
sacrificaba la Pascua
3.
y que Jesús comió la
pascua con Sus discípulos.
El Evangelio de Juan
no especifica que la Cena fuese la Pascua, pero
tampoco da la institución de la Cena del Señor. Está
escribiendo después que los otros Evangelios ya eran
conocidos, y asume sus contenidos. Y, cuando aborda
la Cena, se concentra más bien en el aspecto familiar
de la misma, y en la función del Señor como Siervo y
Sacerdote. Por ello, no menciona que estaban
comiendo la Pascua. Su propósito es
diferente: se concentra en la Cena como tal
y en la enseñanza dada en aquella cena (caps. 13–16)
y en la intercesión del Señor por los Suyos (cap.
17).
El problema se suscita
en que no hay solo un silencio, sino que aparecen
Unas
aparentes discrepancias en Juan
Antes de la fiesta de
la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado
para que pasase de este mundo al Padre, ... Juan 13:1
Llevaron a Jesús de
casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos
no entraron en el pretorio para no contaminarse, y
así poder comer la pascua ... Juan 18:28
A partir de estos dos
textos, parece que la cena tuvo lugar antes
de la pascua, y que el Señor Jesús habría sido
crucificado antes de comerse la pascua. De modo que
aquí hay una aparente discrepancia. ¿Es real?
La respuesta —-y esto
se demostrará directamente con la Biblia— reside en
que el término pascua se usa de cosas
diferentes:
1.
Del cordero
pascual, que era sacrificado durante el
primer día de los panes sin levadura, durante la
tarde, y consumido aquel anochecer después de la
puesta del sol. Esto es lo que tenemos en Mateo,
Marcos y Lucas.
2.
De la fiesta de
la pascua y de sus sacrificios de
los que se participaba durante toda la semana,
también conocida como la Fiesta de los Panes sin
Levadura. Esto es lo que encontramos en Juan.
La
solución, en las Escrituras
En Números 28:16-25
encontramos ya el mandamiento de celebrar la Fiesta
de los Panes sin Levadura con ciertos sacrificios
cada día además de los que ya eran normativos a
diario, y podemos observar la estrecha asociación
del sacrificio de la Pascua (en el día catorce del
mes primero [Abib]) con los siguientes sacrificios
(desde el quince hasta el veintiuno).
Pero es en
Deuteronomio y Hechos donde tenemos la principal
clave para resolver la aparente contradicción en
Juan:
Guardarás el mes de
Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios; porque en el
mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de
noche. Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de
las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová
escogiere para que habite allí su nombre. No comerás
con ella pan con levadura; siete días comerás con
ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque
aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos
los días de tu vida te acuerdes del día en que
saliste de la tierra de Egipto.. ... Deuteronomio 16:1-3
En aquel mismo tiempo
el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia
para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano
de Juan. Y viendo que esto había agradado a los
judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran
entonces los días de los panes sin levadura. Y
habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel,
entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada
uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle
al pueblo después de la pascua. Hechos 12:1-3
Podemos observar en 2
Crónicas[1] la estrecha
asociación de los Siete Días con la Pascua. Pero
en el texto de Deuteronomio 16:1-3 la asociación
es irrefutable: todo el conjunto de sacrificios de
los que se debía comer durante los siete días
se designa como «ella», esto es, con «la
pascua», de manera general: «Y
sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las
ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová
escogiere para que habite allí su nombre. No
comerás con ella pan con levadura; siete días
comerás con ella pan sin levadura».
Si pasamos a Hechos
12:4, Herodes tenía la intención de sacar a Pedro
ante el pueblo (evidentemente para proceder a su
ejecución pública) después de la pascua. Está
claro que se refiere a «los días de los días de los
panes sin levadura» que se mencionan en el versículo
3. Este es otro claro ejemplo del uso de la palabra
pascua para referirse de una manera general
al período de siete días de la Fiesta de los Panes
sin Levadura, conectados con el Cordero Pascual, que
se sacrificaba el día anterior a este mismo período,
en el mismo día en que la levadura era eliminada de
todas las casas (cf. Ex 12:15-20).
De modo que toda la
celebración se designaba en un sentido general como
«la pascua». No sólo se sacrificaban corderos
pascuales, sino también animales del ganado:
bueyes, por ejemplo, para su consumo durante los
días de los panes sin levadura. Comer de los
sacrificios de la semana de los Panes sin Levadura
se designaba de manera general como «comer la
pascua», tal como se hace en Juan 18:28. Era una
designación común. Por tanto, Juan 18:28 no se
refiere a un deseo que tuvieran los judíos de comer
el cordero pascual, lo que había tenido
lugar la noche anterior, sino de comer la pascua
en el sentido de participar aquel día de los
sacrificios del ganado que se comían cada
día de la fiesta de siete días de los panes sin
levadura (la fiesta de la pascua).
Esto se ve también en
el pasaje profético de Ezequiel 45:21, así:
El mes primero, a los
catorce días del mes, tendréis la pascua, fiesta de
siete días; se comerá pan sin levadura. Ezequiel 45:21
Otra vez vemos que la
pascua se usa para significar la fiesta de siete
días como un todo.
Keil dice, en su
Comentario sobre Deuteronomio 16:1-3:
Israel debía preparar
la Pascua al Señor en el mes de las primeras espigas
(véase Éx 12:2). El día preciso se supone que se
desprende de Éx 12, así como por Éx 23:15. ... (preparar
la Pascua), que se usa primariamente para
denotar la preparación del cordero pascual para una
comida festiva, se emplea aquí con un sentido más
amplio, esto es, «harás la Pascua». En esta
fiesta debían sacrificar ovejas y bueyes al Señor
para una Pascua, en el lugar, etc. En el v. 2, como
en el v. 1, la palabra «Pascua» se emplea en un
sentido más amplio, e incluye no sólo el cordero
pascual, sino en general los sacrificios pascuales,
que los rabíes abarcan bajo la designación común de
chagiga; no los holocaustos y las ofrendas
por el pecado que se prescriben en Nm 28:19-26, sino
todos los sacrificios que se ofrecían en la fiesta
de la Pascua (es decir, durante los siete días del Matzoth,
que se incluyen bajo el nombre de pascha)
para el propósito de celebrar comidas sacrificiales.
Esto es evidente por la expresión «de las ovejas
y de las vacas», por cuanto se había
establecido expresamente que sólo un animal de un
año de las ovejas o de las cabras debía sacrificarse
para la comida pascual en el catorce del mes al
atardecer, y nunca se sacrificaba un buey en lugar
de un cordero. Pero si pudiera quedar alguna duda
acerca de este punto, quedaría inmediatamente
despejada por el v. 3: «No
comerás con ella pan con levadura; siete días
comerás con ella pan sin levadura». Como el término
«con ella» no puede referirse a otra cosa que
a «la pascua» en el v. 2, queda dicho explícitamente
que los sacrificios y el comer de la Pascua debía
durar siete días, mientras que el Cordero Pascual
debía ser muerto y consumido al atardecer del
catorce de Abib (Ex 12:10). ...[2]
También en Lucas
aparece el mismo uso, en el capítulo 2, versículos
41-43:
Sus padres iban cada
año a Jerusalén a la fiesta de la pascua. Cuando
cumplió doce años de edad, subieron conforme a la
costumbre de la fiesta, y, después de haber acabado
los días, al regresar ellos, se quedó el niño Jesús
en Jerusalén, pero no se dieron cuenta José y su
madre. ... Lucas 2:41-43
(RVR77).
Se debería prestar
atención a esta frase: «después de haber acabado los
días ...» (¿Qué días?) El contexto es muy
claro, los días de la fiesta de la pascua,
que se contempla como todo el período que comprende
el sacrificio del cordero pascual y los siete días
de los panes sin levadura y los sacrificios que
tenían lugar en los mismos, en conformidad con
Deuteronomio 16:1-3.
Y finalmente, tenemos
la declaración en Lucas que debería dejar esto bien
claro y definitivo:
Estaba cerca la fiesta
de los panes sin levadura, que se llama la pascua.
...Lucas
22:1
Por tanto, cuando Juan
se refiere en el capítulo 13:1 a «Antes de la
fiesta de la pascua», y en 18:28 a que los
acusadores del Señor Jesús «no entraron en el
pretorio para no contaminarse, y así poder comer la
pascua», en 13:1 se está refiriendo no a la
Cena de la Pascua, sino a los siete días
de la Fiesta vinculada con la misma, y en 18:28, a
los sacrificios del día en que el Señor fue
crucificado, como estaban prescritos en Números
28:16-25, y que se identifican como pascua
en Deuteronomio 16:1-3, y que son así designados.
La
Crucifixión —¿jueves o viernes?
Respecto a la
controversia acerca del día en que el Señor fue
crucificado, si fue viernes o jueves, se deberían
observar los siguientes puntos:
En primer lugar,
tenemos la cuestión de que la Resurrección del Señor
fue «tres días y tres noches», «después de tres
días» o «en el tercer día» después de Su muerte, lo
que evidentemente está relacionado con el día en que
fue crucificado (el Señor murió el mismo día en que
fue crucificado, como se observa en todas las
narraciones evangélicas). Para determinar esto,
deberíamos seguir el uso de las expresiones de aquel
tiempo y nación, la manera en que ellos
hablaban, y no nuestra manera de comprenderlo.
¿Que pensaría un
anglosajón si oyera a un catalán decir a otro
catalán: «D'avui en vuit portarem els nens al Zoo.
[En ocho días a partir de hoy llevaremos a los niños
al Zoo]»? Si esto tuvo lugar en el segundo día del
mes, el anglosajón contaría y diría: ¡Ah!, va a
llevar a sus niños al Zoo el día 10. ¿Cierto?
¡Falso! El interlocutor catalán habría comprendido
correctamente que se refería al día 9. Lo que sucede
es que los catalanes contamos nuestros días de
manera inclusiva, como los judíos. Pero los
judíos tenían también otras convenciones de
lenguaje, y no deberíamos razonar desde nuestra
manera de hacer para decidir acerca de estas
cuestiones, sino seguir sus convenciones. Ahora
bien, si así lo hacemos, y si seguimos el sentido
claro de las Escrituras, el Señor fue crucificado en
viernes. Pero, además, tenemos las claras
declaraciones de las Escrituras.
En
segundo lugar, hemos visto que «la Pascua» como
designación común incluía el período de siete días
de los Panes sin Levadura. Ahora bien, en las
Escrituras tenemos mencionado varias veces un día
determinado, el día de la Preparación (paraskevé),
que era el viernes, cuando los judíos realizaban
todos sus preparativos para el Sábado (lo que Marcos
explica bien claramente a sus lectores gentiles en
este mismo contexto en Marcos 15:42, RV: «era la
preparación, es decir, la víspera del sábado»).[3]
De modo que la
Preparación de la Pascua no era, como a veces se
comprende erróneamente, «el día en que preparaban la
pascua» (que había sido el día anterior). Más bien,
la Preparación de la Pascua significaba «El
día de Preparación de la Fiesta de la Pascua», es
decir, el día antes del Sábado de la Pascua, o el
viernes de la Pascua. Era la víspera de sábado
(cp. de nuevo Marcos 15:42), no un sábado
(es decir, un sábado extra), sino el sábado,
esto es, el sábado normal, el séptimo día de la
semana. Este sábado era también «de gran solemnidad»
porque era el sábado de la Fiesta de la Pascua, esto
es, del período de siete días que encontramos en
Deuteronomio 16:1-3. Era debido al sábado que iba a
comenzar que los cuerpos se quitaron de las cruces;
y fue así que las mujeres «regresando, prepararon
especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el
sábado, conforme al mandamiento» (Lucas 23:56),
«Pasado el sábado, al amanecer del primer
día de la semana» (Mateo 28:1), las mujeres fueron
temprano (sin ninguna indicación de que hubiera
transcurrido más que un sábado, esto es, era el
sábado normativo, pero de una especial solemnidad
debido a que pertenecía a la semana de la Pascua, y
por ello con unas actividades y sacrificios
especiales en el Templo, «de gran solemnidad»).
Este sábado normativo
caía entonces dentro de «la Fiesta», y sucedió casi
al comienzo de la misma, y derivaba su especial
solemnidad del hecho que era el sábado de la Fiesta.
No se debería confundir con el día especial de
reposo y de santa convocación que marcaba el
final del período festivo, el séptimo día de
la Fiesta de los Panes sin Levadura, que tenía un
carácter especial en sí mismo de «día de reposo» y
que, dependiendo del año, podría coincidir o no con
un sábado normal, pero que tenía carácter de sábado
(Num 28:25). Este especial día final de la
Fiesta no tuvo relación en absoluto con el sábado
normal que el Señor pasó en el sepulcro, y que cayó
justo hacia el comienzo de la Fiesta. El día solemne
de santa convocación marcaba más bien su final.
Así, el Señor fue
crucificado en viernes, el mismo día en que fue
bajado de la cruz cuando aquel día (el día de la
Preparación de la Pascua, el viernes de la Pascua)
estaba ya llegando a su fin. Fue en viernes que el
Señor fue sepultado. Los judíos contaban una parte
de un día como un día entero (un día y una noche)
para fines legales. De modo que el viernes fue el
primer día que el Señor pasó en el sepulcro. El
sábado fue el segundo día. Y aquel primer día de la
semana que seguía al sábado, y que era por ello el
tercer día —en la propia manera que tienen los
judíos de comunicarse y entenderse entre sí— el
Señor Jesús resucitó de entre los muertos. Incluso
si sólo había pasado una pequeña parte de aquel día
en el sepulcro, se computaba legalmente como un día
entero.
Luego, las mujeres
acudieron temprano aquel «primer día de la semana»
—-¡y descubrieron que el Señor había resucitado!
¡Aleluya!
NOTAS
Y REFERENCIAS
[1]
2 Crónicas 35:1-19
Josías celebró la
pascua a Jehová en Jerusalén, y sacrificaron la
pascua a los catorce días del mes primero. Puso
también a los sacerdotes en sus oficios, y los
confirmó en el ministerio de la casa de Jehová. Y
dijo a los levitas que enseñaban a todo Israel, y
que estaban dedicados a Jehová: Poned el arca santa
en la casa que edificó Salomón hijo de David, rey de
Israel, para que no la carguéis más sobre los
hombros. Ahora servid a Jehová vuestro Dios, y a su
pueblo Israel. Preparaos según las familias de
vuestros padres, por vuestros turnos, como lo
ordenaron David rey de Israel y Salomón su hijo.
Estad en el santuario según la distribución de las
familias de vuestros hermanos los hijos del pueblo,
y según la distribución de la familia de los
levitas. Sacrificad luego la pascua; y después de
santificaros, preparad a vuestros hermanos para que
hagan conforme a la palabra de Jehová dada por medio
de Moisés.
Y dio el rey Josías a
los del pueblo ovejas, corderos y cabritos de los
rebaños, en número de treinta mil, y tres mil
bueyes, todo para la pascua, para todos los que se
hallaron presentes; esto de la hacienda del rey.
También sus príncipes dieron con liberalidad al
pueblo y a los sacerdotes y levitas. Hilcías,
Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios,
dieron a los sacerdotes, para celebrar la pascua,
dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes.
Asimismo Conanías, y Semaías y Natanael sus
hermanos, y Hasabías, Jeiel y Josabad, jefes de los
levitas, dieron a los levitas, para los sacrificios
de la pascua, cinco mil ovejas y quinientos bueyes.
Preparado así el servicio, los sacerdotes se
colocaron en sus puestos, y asimismo los levitas en
sus turnos, conforme al mandamiento del rey. Y
sacrificaron la pascua; y esparcían los sacerdotes
la sangre recibida de mano de los levitas, y los
levitas desollaban las víctimas.
Tomaron luego del
holocausto, para dar conforme a los repartimientos
de las familias del pueblo, a fin de que ofreciesen
a Jehová según está escrito en el libro de Moisés; y
asimismo tomaron de los bueyes.
Y asaron la pascua al
fuego conforme a la ordenanza; mas lo que había sido
santificado lo cocieron en ollas, en calderos y
sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el
pueblo. Después prepararon para ellos mismos y para
los sacerdotes; porque los sacerdotes, hijos de
Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en el
sacrificio de los holocaustos y de las grosuras; por
tanto, los levitas prepararon para ellos mismos y
para los sacerdotes hijos de Aarón.
Asimismo los cantores
hijos de Asaf estaban en su puesto, conforme al
mandamiento de David, de Asaf y de Hemán, y de
Jedutún vidente del rey; también los porteros
estaban a cada puerta; y no era necesario que se
apartasen de su ministerio, porque sus hermanos los
levitas preparaban para ellos.
Así fue preparado todo
el servicio de Jehová en aquel día, para celebrar la
pascua y para sacrificar los holocaustos sobre el
altar de Jehová, conforme al mandamiento del rey
Josías.
Y los hijos de Israel
que estaban allí celebraron la pascua en aquel
tiempo, y la fiesta solemne de los panes sin
levadura por siete días.
Nunca fue celebrada
una pascua como ésta en Israel desde los días de
Samuel el profeta; ni ningún rey de Israel celebró
pascua tal como la que celebró el rey Josías, con
los sacerdotes y levitas, y todo Judá e Israel, los
que se hallaron allí, juntamente con los moradores
de Jerusalén.
Esta pascua fue
celebrada en el año dieciocho del rey
Josías. Volver al
texto
[2]
Keil, C. F., en Keil-Delitzsch, Commentary on
the Old Testament, «The Fifth Book of Moses»
(Grand Rapids: Eerdmans, reimpresión 1986), vol. 1,
pages 374-375 de la Quinta
Sección. Volver al
texto
[3].
Por cierto, en griego moderno, vienes es parasceve,
«preparación». Este término aparece en el N.T. en
los siguientes pasajes: Mateo 27:62; Marcos 15:42;
Lucas 23:54; Juan 19:14, 31, 42. Volver al texto
Lecturas
adicionales:
Anderson, Sir Robert,
«La Cena Pascual», en El
Príncipe que ha de venir (Barcelona:
Portavoz Evangélico, 1980, trad. de Santiago
Escuain), páginas 127-135.
Edersheim, Alfred: El
Templo —-su
ministerio y servicios en tiempos de Cristo,
(Terrassa, CLIE, 1990, trad. de Santiago Escuain),
especialmente páginas 411-424. También hay una
reedición de esta misma traducción por Editorial
Portavoz, Grand Rapids, 1997, véase páginas 246-251.
Bibliografía
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