Werner
Gitt
El Motor
Eléctrico Vivo
¡Hola!
Me llamo Coli. Pero no te preocupes por tratar de verme. No me
verás con tus ojos. Por lo que a ti respecta, soy invisible.
¿Que dónde estoy? Si realmente quieres saberlo, estoy
sentada en la punta de tu supuestamente limpio dedo índice.
Si
trescientas de nosotras nos pusiéramos en fila, entonces la
cadena tendría una longitud de 1 mm, y si nos mirases muy de
cerca, quizá podrías entreverla. Si nos pusiéramos
así en mil hileras uno junto al otro, entonces sólo
ocuparíamos un espacio de un milímetro cuadrado.
En
realidad, mi nombre completo es Bacteria coliforme. ¿De
dónde proviene un nombre como Coliforme? Supongo que se debe a
que paso la mayor parte del tiempo en tu intestino. Por favor, no te
ofendas por mi habitáculo. Sabes, con otros millones de mi clase
juego un importante papel en tu nutrición. En tu intestino
disgrego todos los componentes en tus alimentos, que serían
inutilizables, para que puedan ser absorbidos por las paredes
intestinales. Espero que no te importe si me aprovecho de ellos
mientras trabajo. A fin de cuentas, hacemos más por ti que
sólo esto. Siempre que estemos en número suficiente, te
protegemos de microorganismos hostiles y causantes de enfermedades.
Sólo somos dañinas en tejidos fuera del intestino. De
modo que ten algo más de cuidado conmigo y no te olvides de tu
higiene personal.
Como
no me puedes ver, te daré una breve descripción de
mí misma. Por favor, excúsame si exagero un poco.
Imagínate una gran barra de pan de kilo y medio con seis grandes
cuerdas a cada extremo, de al menos dos metros de longitud cada una. Si
observas estas cuerdas más de cerca, verás que todas
salen de la barra a ángulos rectos. Ahora imagínate que
todo esto gira a mucha velocidad, hasta 100 r.p.m. Esto es como el
doble de velocidad a que funcionan los generadores que producen
electricidad doméstica.
La
cuerda, o flagelo, como se designa más exactamente,
está construida como una chimenea redonda, en la que los
ladrillos giran en espiral hasta la parte superior. Si te imaginas la
chimenea con una sección de un metro, entonces, con estas
proporciones, tendría mil metros de altura. Los ladrillos se
corresponden con las moléculas del flagelo. Naturalmente, las
moléculas están unidas de una manera mucho más
elástica que los ladrillos en una chimenea. Ahora
imagínate que la chimenea misma está girando a una
velocidad de vértigo, pero como un sacacorchos. Recuerda que en
realidad mi flagelo tiene como mucho una longitud de dos
centésimas de milímetro.
Mi
Creador elaboró cosas maravillosas y sumamente integradas en
mí. ¡Puedo vivir, moverme, alimentarme, multiplicarme y
servir a la humanidad, todo al mismo tiempo! Hasta la
constitución de mi pared celular tan aparentemente inocente es
sumamente compleja. Además de las varias membranas, hay una capa
de proteínas, un esqueleto de sustentación,
polisacárido, una capa de lípidos, y mucho más. Mi
cadena de ADN, donde mi Creador almacenó la necesaria
información, es aproximadamente mil veces más larga que
yo. ¿Puedes imaginar de qué manera más ingeniosa
fue empaquetada la estructura molecular para que pudiese caber en mi
interior, por no hablar de la densidad de información?
¿Sabías que mi cadena de ADN contiene aproximadamente los
mismos caracteres que contiene tu Biblia?
No
puedo entrar en todos mis asombrosos detalles ahora mismo, pero te he
de decir algo más acerca de mis seis motores eléctricos
rotatorios. Estos son esenciales para mi movilidad. Como cualquier otro
motor eléctrico, tengo un estátor, un rotor y el
armazón necesario. El eje se apoya perpendicularmente sobre la
superficie de la membrana y está encajado dentro de dos
membranas vecinas de la pared celular (ver figura). La membrana
interior forma la capa no conductora (dieléctrica) del
condensador, que está cargado positivamente por fuera y
negativamente por dentro. Se genera un voltaje de 0,2 V.
Partículas de carga positiva (iones de hidrógeno) pasan
al interior y así impulsan el motor con energía
eléctrica. Puedo mover los motores hacia adelante y hacia
atrás, y, con la ayuda de mis flagelos rotatorios, puedo llegar
a una velocidad de 200 micrones por segundo (0,2 mm/s); esto es
equivalente a propulsarme 65 veces la longitud de mi cuerpo cada
segundo (sin incluir los flagelos). Si quieres comparar esto con tu
propia velocidad de natación, sería el equivalente a
propulsarte dentro del agua a 400 km/h.
Algunos
de vosotros pensaréis que este ingenioso motor fue producido por
mutación y selección natural. Pero, no olvidéis,
que en tanto que una parte permanezca sin completar, todos los otros
«desarrollos» son inútiles. Un motor rotatorio que
no pueda girar no tiene ventaja selectiva alguna.
Hay
algo más que me gustaría contarte: ¡mi
función como taxi «químico»! Mi Creador me
dio la capacidad de localizar de manera activa el área de la
concentración alimentaria más elevada y nadar entonces
hacia allí. También me doy cuenta cuando estoy ante
materiales de desecho, y así los evito. Por esto he sido dotada
de un complejísimo sistema de navegación, que manda a mis
seis motores las necesarias señales de control. Naturalmente,
sin un sistema de navegación, mis motores me llevarían
finalmente al desastre. Un sistema de navegación sin motor es
igualmente inútil. Para nada sirve saber donde están los
alimentos si no se puede llegar a ellos.
El motor eléctrico del
Creador
Mi sistema de navegación tiene un paralelo con tu vida. La meta
más alta que el Creador te ha dado es la vida eterna. ¿De
qué te serviría saber que con Dios hay vida eterna, si no
tuvieses posibilidad de llegar allí? Ten la certeza de que
así como el Creador me ha dado el sistema de motores para
conseguir mis alimentos, Él envió a Jesucristo para ti,
para que fuese el camino de la vida. Si crees en Él,
recibirás la vida eterna.
Diagrama conceptual en bloque
del mecanismo sensorial y motor
de la bacteria E. coli.
«Como comentario final,
no podemos más que maravillarnos ante la complejidad, en una
sencilla bacteria, de todo el sistema sensorial y motor que ha sido el
tema de esta reseña, y hacer la observación de que
nuestro concepto de evolución por ventajas selectivas es
evidentemente una enorme simplificación. Por ejemplo,
¿qué ventaja podría haber en un "pre-flagelo" (o
sea, un subconjunto de sus componentes)?, y, con todo,
¿cuál sería la probabilidad de un desarrollo
"simultáneo" del orgánulo a un nivel en el que devenga
ventajoso?»
—Robert
Macnab. «Bacterial Mobility and Chemotaxis:
The Biology of a Behavioral System
[Movilidad y quimiotaxis bacteriana:
La biología de un sistema de conducta]»,
CRC Critical Reviews in Biochemistry, 5, 1978, págs. 291-341.
Arriba
un nivel
De
vuelta al índice general
De
vuelta a la página principal
©
SEDIN 1997
Traducción
del inglés: Santiago Escuain
© Santiago Escuain 1997, por la traducción
© Copyright SEDIN 1997 para el formato electrónico -
www.sedin.org. Este texto se puede reproducir libremente para fines no
comerciales y citando la procedencia y dirección de SEDIN,
así como esta nota en su integridad.
SEDIN
Servicio Evangélico - Documentación - Información
Apartat 2002
08200 SABADELL
(Barcelona) ESPAÑA
|
Índice:
Índice
de boletines
Índice
de línea sobre
línea
Página
principal
Índice
general castellano
Libros recomendados
orígenes
vida
cristiana
bibliografía
general
Coordinadora
Creacionista
Museo de
Máquinas Moleculares
Temas de actualidad
Documentos en
PDF
(clasificados por temas)
|