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¿Progreso en religión?Dave Hunt
La verdad exige confrontación; una confrontación en amor, pero sin embargo
confrontación. Si nuestra acción refleja es siempre la de acomodación sin tener
en consideración lo esencial de la verdad involucrada, hay algo que está mal.
Así como lo que podemos llamar santidad sin amor no es la clase divina de
santidad, también lo que podríamos llamar amor sin santidad no es la clase
divina de amor. Dios es santo y Dios es amor. ... [Un] falso espíritu de
acomodación está barriendo el mundo y también la iglesia, incluyendo a aquellos
que pretenden el nombre de evangélicos.
Francis Schaeffer - The Great Evangelical Disaster
Templeton ha establecido un centro de investigación religiosa llamado el Centro de Información de la Teología de la Humildad para el desarrollo del «progreso en pensamiento religioso» (H, 130). Aquí hay algunos de sus comentarios acerca del progreso en religión que espera que surgirá de este centro:
Según Templeton, las escrituras que hay en el mundo (incluyendo la Biblia) «fueron escritas ... [por] hombres cuyas mentes estaban limitadas por unas cosmologías desacreditadas desde hace mucho tiempo» (H, 61). La Biblia ni siquiera registra de manera precisa las palabras de Cristo, según él, porque las que las transmitieron «sólo pudieron escribir lo que comprendieron ... [como] ignorantes y primitivos ... judíos» (H, 39-40). En contradicción a lo anterior, Pablo afirma que cada palabra en la Biblia «es inspirada por Dios» (2 Ti. 3:16); Pedro dijo de la Biblia que «los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo» (2 P. 1:21); y el salmista dijo: «Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos» (Sal. 119:89). Sugerir que el cristianismo es la fe verdadera y que es inmutable y que debe ser defendido como tal contradice lo que Templeton llama «el enfoque humilde» en religión. En su manera de pensar, sólo la soberbia sugeriría que sólo el cristianismo es verdadero. Cuando las personas adoptan una «actitud humilde, acogen favorablemente nuevas ideas acerca del espíritu al igual que acogen nuevas ideas científicas. ... La humildad abre el camino a los reinos del espíritu y a la investigación y al progreso en la religión» (H, 2-3) y es «la clave para el progreso» (H, 3), porque impide el engaño orgulloso de que alguna religión pueda tener toda la razón:
Cristo también se refirió al camino ancho, pero lejos de recomendarlo, dijo que conducía a «perdición» (Mt. 7:13). Contradiciendo a Jesús, que dijo «Yo soy el camino ... nadie viene al Padre [Dios], sino por mí» (Jn. 14:6), Templeton dice: «Nadie debería decir que Dios puede ser alcanzado por sólo un camino. Esta exclusividad carece de humildad. ... Se tendrán que desarrollar nuevos credos, más libres y más imaginativos para que la mente e imaginación que Dios nos ha dado puedan ser de ayuda para edificar el reino de los cielos» (H, 46, 55). Por lo que se refiere al «cielo» de Templeton:
El concepto mismo de «progreso en religión» niega el evangelio de Jesucristo. El cristianismo no es una religión, ni está sometido a un desarrollo progresivo. Tampoco el cristianismo mantiene una relación amistosa, ecuménica, con las religiones del mundo, sino que se opone a las mismas como instrumentos del diablo. Cada verdadero cristiano, por los mismos artículos de su fe, debe oponerse sin contemporizaciones a las creencias neopaganas de Templeton y al premio que ofrece. Evidentemente, sería deshonesto por parte de nadie aceptar el Premio Templeton para el Progreso en Religión si no está en total sintonía con su propósito y con las creencias detrás del mismo. ¿Acaso la aceptación del premio por cualquier persona no supondría un espaldarazo a lo que el premio representa en la mente de su fundador? ¿Cómo podría ningún receptor del premio presentar la ignorancia como excusa cuando las creencias neopaganas de Templeton han sido ampliamente publicadas a lo largo de los años? Bill Bright, fundador de Campus Crusade for Christ (organización conocida en Europa como Agape), es el último líder evangélico que ha aceptado el Premio Templeton para el Progreso en Religión. Con ello se une a Billy Graham, que recibió el premio en 1982, y a Charles Colson, que lo recibió en 1993. En aquella ocasión, Colson declaró: «Saludo a Sir John por instituir este premio y hacerlo de manera tan generosa. ...» Bright se une también a líderes budistas, musulmanes e hindúes, y a teólogos liberales y ateos, que también han recibido el premio. ¡Intentemos imaginar a Daniel aceptando un premio ecuménico de parte de los magos de Babilonia, o a Jesús de parte de los líderes paganos de Su tiempo! Designando como dogmatismo y orgullo la creencia de que Cristo es el único camino al cielo, Templeton declara: «[L]os principios básicos para conducir una "vida sublime" ... pueden derivarse de cualquier tradición religiosa, sea judía, musulmana, hindú, budista y otras, así como cristiana» (D, 6-7). Aunque honra a todas las religiones, reserva sus más estridentes alabanzas a las peores sectas anticristianas actuales: la Escuela de la Unidad del Cristianismo [Unity School of Christianity] y a la Iglesia de la Ciencia Religiosa [Church of Religious Science], cuyos credos coinciden con los suyos. Las recomienda por contemplar al hombre como «una idea en expansión en la mente de Dios», y por esforzarse por el «progreso» en la religión porque «al avanzar [evolucionar] la mente, las viejas formas [de religión] mueren ...» (H, 60). Escribe él:
A pesar de ser un evolucionista, panteísta, universalista y ocultista que rechaza el evangelio de Jesucristo, Templeton es muy considerado y respaldado por evangélicos líderes. Aunque rechaza abiertamente la Biblia como la singular Palabra de Dios, sirvió durante quince años en la Junta de Directores de la Sociedad Bíblica Americana (H, 137) y en la Junta del Seminario Teológico de Princeton (D, camisa). Norman Vincent Peale llamó a Templeton «el más grande laico de la iglesia cristiana en nuestro tiempo» (D, camisa), ¡un asombroso tributo a un anticristiano! Uno de sus libros (D), lleno de las más claras teorías anticristianas y ocultistas, fue incluso recomendado en la contracubierta de Christianity Today (24 de abril, 1994), incluyendo respaldos de Robert Schuller y Billy Graham. De este libro, Christianity Today dijo en letras grandes: «inspirará a millones de lectores.» De hecho, D enviará al infierno a cualquiera que lo crea. Christianity Today todavía no ha pedido perdón por descarriar a sus lectores. Templeton y sus perspectivas neopaganas fueron primero introducidas a la iglesia y propagandizadas a los evangélicos en 1986 por Robert Schuller. La revista de Schuller, Possibilities, puso la fotografía de Schuller en la cubierta, y su artículo principal en aquel número era una entrevista con Templeton. En la misma expresó sus creencias de Unidad/Ciencia Religiosa/Nueva Era: «Tus principios espirituales te atraerán prosperidad ... el éxito material ... proviene ... de estar en sintonía con el infinito. ... El espíritu crístico mora en todo ser humano, tanto si la persona lo sabe como si no ... nada existe excepto Dios.» (Possibilities, verano de 1986, pp. 8-12). Estas mentiras satánicas fueron promovidas por Schuller como la verdad, engañando a una multitud de lectores. Es evidente que el «Dios» de Templeton no es el Dios de la Biblia, sino el dios de este mundo, que «cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios» (2 Co. 4:4). Dice Templeton:
Dios está comenzando a crear Su universo y permite a cada uno de Sus hijos que participe de alguna pequeña manera en esta evolución creadora ... Dios es todo tu ser y tú eres una pequeña parte de Él. (H, 37-38) En armonía con su idea de «progreso» en religión, Templeton sugiere: «Quizá uno de los atributos de Dios es el cambio» (H, 52). Esto es cierto acerca de su «dios», pero el Dios de la Biblia declara: «Porque yo Jehová no cambio» (Mal. 3:6). Jesucristo, que es Dios el Hijo, es «el mismo ayer, y hoy, y por los siglos» (He. 13:8). Su evangelio es inmutable, y Templeton o cualquier otro que predique cualquier otro evangelio es «anatema» (Gá. 1:6-8). La verdad inmutable de Dios condena todo el concepto de Templeton de «progreso» en religión y el premio que él ofrece. La oficina de Colson racionalizó su aceptación de este premio afirmando que él emplearía la oportunidad para presentar el evangelio. Tristemente, no lo hizo, y ello por razones evidentes. (Véase TBC, agosto y noviembre de 1993, para un informe completo de los discursos de Colson.) La simple lógica y honradez exige que habría una contradicción de gigantescas proporciones y la peor clase de hipocresía por parte de Graham, Colson o Bright al aceptar un enorme premio en dinero de un hombre que está con ello intentando promover todas las religiones, ¡para emplear esta ocasión para declarar que Jesucristo es el único Salvador! La aceptación del Premio Templeton para el Progreso en Religión deja en mal lugar, de manera innegable, al cristianismo como aquella fe que ha sido transmitida a los santos de una vez por todas, y que los cristianos son llamados a proclamar sin vacilaciones y a defender a toda costa. En lugar de aceptar este premio y con ello animar a Templeton en su error, Graham, Colson y Bright debieran haber presentado la verdad del evangelio a este hombre engañado, en un intento de salvarlo de una eternidad sin Cristo. ¿Y qué de las multitudes que han sido llevados al error por la aceptación de este premio por parte de ellos? ¡Sólo podemos orar que aunque tarde, renuncien a este honor pagano y devuelvan a Templeton el dinero con los intereses! Hemos dedicado mucho espacio a este tema para que no haya duda de qué significa el premio Templeton y acerca de las implicaciones de aceptarlo. Aquí tenemos un ejemplo de lo más asombroso de una contemporización negadora de la fe en los niveles evangélicos más elevados. Esta traición habría sido impensable hace sólo unos pocos años. Igualmente impensable fue la participación de Jerry Falwell como orador en una conferencia el diciembre pasado en Montevideo, Uruguay, patrocinada por la Federación Interreligiosa de Sun Myung Moon para la Paz Mundial y la Fundación del Washington Times, con el tema: «Ecumenismo Cristiano en las Américas: Hacia una familia cristiana bajo Dios.» Según la revista de Moon Unification News de febrero de 1996, los oradores, además de Moon y Falwell, incluían a William Cenkner (Cátedra del Departamento de Estudios Religiosos en la Universidad Católica de América), el doctor Nilson de Amaral Fanini (Presidente de la Alianza Bautista Mundial) y Michael Cromartie (Miembro Decano en Estudios Protestantes y Director del Proyecto de Estudios Evangélicos en el Centro de Ética y de Política Pública en Washington, D.C.). En su discurso, Falwell dijo: «Es mi observación y convicción personal que conferencias y seminarios como éste pueden ser muy beneficiosos para edificar puentes de comunicación.» ¿«Puentes de comunicación»? ¿Qué significa esto? Cristo no dijo: «Id por todo el mundo y edificad puentes de comunicación.» ¡Él nos manda: «Predicad el evangelio»! Cualquier comunicación de rango menor es contemporizar y negar a nuestro Señor. Pero los evangélicos están más y más entrando en «diálogo» con los católicos y otros proponentes de falsos evangelios. Se podrían dar muchos otros ejemplos de similares contemporizaciones por parte de líderes evangélicos actuales. Los dados aquí ya son suficientemente chocantes, sin embargo, para ponernos de rodillas ante el Señor. Oremos por los líderes cristianos y por nosotros mismos, para no caer en la misma tentación de agradar a los hombres en lugar de a Dios, y tener luego en nuestras manos la culpa de la sangre de aquellos a los que hayamos así negado el evangelio. TBC
Tomado de The Berean Call, agosto 1996. Con permiso. © The
Berean Call, 1996.
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