Excepto por una crítica acerba, la respuesta de la
crítica a la obra The Mystery of Life's Origin [El
misterio del origen de la vida] de los doctores Thaxton, Bradley y
Olsen ha sido sumamente favorable.
La publicación humanista Creation/Evolution
Newsletter, que por definición ha de diferir de las
conclusiones del libro, sin embargo considera que es un libro
«que vale la pena leer». Científicos líderes
en estudios del origen de la vida, algunos de los cuales también
están en desacuerdo con las conclusiones del libro, se lo
están tomando en serio. D. W. Deamer, profesor de
Zoología en la Universidad de California en Davis, dice que Mystery
merece «más que una respuesta superficial». Predice
que «obligará a los investigadores en el campo de los
orígenes a ajustar sus argumentos».
«Verdaderamente brillante,» dice el profesor de
química Clifford N. Matthews de la Universidad de Illinois.
«Una soberbia reevaluación del pensamiento actual.»
Dean Kenyon, profesor de biología en la Universidad Estatal de
San Francisco, coautor de Biochemical Predestination
[Predestinación bioquímica] y figura destacada en el
campo del origen de la vida, encontró el libro tan
«convincente, original y persuasivo» que accedió a
escribir el Prólogo. Se está formando un consenso: The
Mystery of Life's Origin es, en una palabra, excelente.
Pasamos a examinar la crítica acerba antes mencionada.
Apareció en el número de febrero de 1985 de la revista Choice,
una revista publicada por la Association of College and Research
libraries [Asociación de Bibliotecas Universitarias y de
Investigación]. El propósito de la revista es dar
orientación y referencias para mantener informados a los
bibliotecarios, miembros de las facultades, estudiantes,
académicos y al público general acerca de publicaciones
actuales relevantes.
Según la reseña en la revista Choice,
los autores de Mystery presentan el libro «como una
evaluación objetiva del presente estado de conocimientos»
en el campo de la evolución química. En lugar de ello,
según mantiene la reseña, se trata de un «tratado
creacionista».
Para apoyar esta afirmación se presentan tres razones
más bien endebles:
1) Objeciones oportunistas. La reseña reconoce
que algunas de las críticas que presenta el libro «son
bien ajustadas a la realidad». Pero otras son
«oportunistas».
Todas las respuestas apropiadas a esta acusación caen
bajo el encabezamiento de, «Bueno, ¿y qué?»
Decir que algunas objeciones son oportunistas parece implicar a) que
las objeciones oportunistas son por alguna razón
inválidas, cosa que carece de sentido. La validez lógica
depende de las reglas objetivas de inferencia, no de los intereses
subjetivos del yo. Y b) que en el debate científico uno
sólo debería objetar a aquellos puntos que son
irrelevantes para la defensa de la propia posición, lo que es
también absurdo.
En realidad, el «yo» que es servido por el libro The
Mystery of Life's Origin es aquel que está interesado en la
verdad. Los argumentos son, en palabras del Profesor Matthews,
«claros y justos». Dice él que los estudiantes
recibirán estímulo «para pensar y decidir por
sí mismos en cuanto a si hay o no una grieta en todas las
actuales teorías acerca de los orígenes».
2) Falsas citas. A lo largo de todo el libro, nos dice
esta reseña, «se cita a eminentes científicos fuera
de contexto para dar la falsa impresión de que comparten el
punto de vista de los autores». En lugar de devolver
gruñido por gruñido, será interesante
señalar que los doctores Deamer, Matthews y Kenyon son, todos
ellos, «eminentes científicos», han sido citados en
el texto, han leído todos ellos el libro y están en
contacto personal con los autores ^y sin embargo no se han observado ni
se han quejado por ninguna de estas pretendidas falsas citas. Ni
tampoco he observado en ninguna otra reseña que se mencione nada
de esta clase.
A la vista de todo esto, ¿qué es más
probable? ¿Que los autores hayan citado mal, o que el autor de
la reseña haya leído mal? ¿Muy mal?
3) La «Falsa» Conclusión. «El
libro culmina con un rechazo de la evolución química como
no sólo algo improbable, sino realmente imposible,» nos
advierte la reseña. «Luego considera alternativas, de
entre las cuales la de la creación específica es la que
surge como la única posición aceptable.»
¡Ah, sí!, aquí tenemos el verdadero
problema con Mystery y su pecado imperdonable: tiene la
osadía de considerar unas conclusiones actualmente inaceptables.
Si hemos de explicar el origen de la vida en la tierra, concluyen los
autores después de una rigurosa crítica de las
teorías de evolución química, hemos de estar
abiertos a la posibilidad de una creación específica por
un ser inteligente extrínseco al cosmos.
En otras palabras, la única conclusión
actualmente aceptable para muchos científicos es una especie de
cientificismo, un prejuicio acientífico que bautiza la
filosofía del naturalismo con el lenguaje de la ciencia neutral
(un análogo epistemológico al racismo). Hay
científicos superficiales que fascinados por esta especie de
cientificismo, encuentran los conceptos contrarios tan perturbadores
que al entrar en contacto con ellos pierden todas sus facultades
críticas.
- J. Richard Pearcey
- 47 Claver Dr.
- Toronto, Ontario, M6B 2V9
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