Imaginemos a veintiún niños de primer grado de primaria yaciendo inmóviles en
el suelo de la clase. La maestro entona frases tranquilizadoras para ayudar a la
relajación. Al cabo de unos momentos comienza el viaje de la meditación. Los
niños imaginan el sol, brillando con todo su resplandor, irradiando una intensa
luz hacia ellos. Luego, en el ojo de la mente, se les dice a los niños que
atraigan el sol hacia abajo, abajo del cielo y hacia su propio cuerpo. Su luz
palpita desde la cabeza, abajo hacia el tórax, más y más abajo hasta que su
cuerpo está lleno de luz.
Ahora imagínate haciendo algo de manera perfecta, dice la
maestra. Seguid observándoos como perfectos. Llenaos con el conocimiento de que
sois perfectos. Esta es vuestra luz, vuestra inteligencia, vuestro sol. Todo
vuestro cuerpo se torna en un rayo de luz. La maestra les dice que se vean
llenos de luz. Ahora ellos contienen toda la luz del universo. Con esta luz, les
dice la maestra, se sienten ahora en paz -son perfectos. Al volver de este viaje
de fantasía, se les recuerda a los niños que son inteligentes, magníficos, y que
contienen toda la sabiduría del universo dentro de ellos mismos.1
Imaginemos ahora que esto está sucediendo en escuelas públicas y privadas por
toda la nación -porqué así es. Esta lección de imaginería guiada es una de las
técnicas empleadas por la doctora Beverly Galyean en su sistema de educación
confluente. Su sistema es un ejemplo de una tendencia reciente entre los
educadores de volverse hacia Oriente en pos de nuevas filosofías y nuevas
técnicas de aprendizaje, desde la meditación al yoga y a los ejercicios de
respiración.
Para seguir este movimiento en el campo educativo, pasamos a desarrollos en
la psicología, porque las teorías de educación son aplicaciones de los
principios psicológicos del aprendizaje. La psicología transpersonal comienza
con la presuposición de la unidad del mundo físico como expresión de Dios. Nos
extendemos hacia todo nuestro potencial humano al buscar el dios en el interior,
al realizar nuestra unidad con el universo y el poder trascendente dentro de
nosotros.
La doctora Galyean es bien sincera acerca de las presuposiciones religiosas
de su teoría educativa:
Cuando comenzamos a ver que todos somos Dios, que todos
tenemos los atributos de Dios, creo entonces que todo el propósito de la vida
humana es reconocer la divinidad dentro de nosotros; el perfecto amor, la
perfecta sabiduría, el perfecto entendimiento, la perfecta inteligencia, y
cuando lo hacemos, recreamos aquella antigua y esencial unidad que es la
conciencia. De modo que toda mi perspectiva se basa muchísimo en aquella idea.2
Esta creencia de que dios es en nosotros y que formamos parte integral de
dios es panteísmo oriental, en contraste con el teísmo cristiano que enseña que
el mundo creado es distinto del Dios que lo creó. Según la doctrina religiosa de
Oriente, no somos individuales en esencia, sino parte de la Conciencia
Universal, o Dios, o Espíritu, que se manifiesta en el mundo físico.
Educación para la Nueva Era
En el campo de la educación, la Psicología de la Cuarta Fuerza
ha producido un movimiento conocido como educación para la Nueva Era, o
educación transpersonal, holista,
o de la nueva conciencia. Comenzando con la premisa de que formamos
parte de una Mente Universal, concluye que el énfasis en
educación debería ir a «enlazar» con ella a
fin de acceder a su sabiduría. Los educadores de la Nueva Era
Canfield y Klimek se refieren a ella como nuestro «Yo
Superior» y escriben que es «la fuente de nuestra
sabiduría, creatividad y guía interior».
Recomiendan que la meta de la educación llegue a ser «el
desarrollo de la propia relación con su Yo Superior».3
¿Qué implicaciones tiene esta creencia para el
aula? Primero, debido a que se cree que cada persona forma parte de la
conciencia universal, que cada niño contiene ya toda sabiduría. A los niños se
les enseña a que se digan a sí mismos: «Mi mente ya sabe cómo escribir
correctamente esta palabra.»4
Al enseñársele el sentido de propia valía y
confianza en sí mismos, se les dice a los niños de forma
explícita que ellos son perfectos, totalmente amantes y
omniscientes. «Soy una persona perfecta y un estudiante
perfecto» es una expresión que se enseña a los
niños para que se la repitan frecuentemente a sí mismos.5
Segundo,
que tomar una información del exterior es menos importante que
sondear en el depósito de sabiduría disponible para
nosotros en la conciencia universal. Consiguientemente, el
énfasis en la educación de la Nueva Era recae en
técnicas de introspección y meditación, de
imaginería guiada, ejercicios de relajación, viajes de
ensoñación, potenciación del hemisferio cerebral
derecho, autogenesia (autohipnosis), clarificación de valores,
biofeedback, etcétera. Se contemplan la intuición, los
sentimientos y el inconsciente como un medio para acceder a la mente
universal para conseguir consejo, información y ayuda de la
misma. Hay un nuevo interés en estimular el hemisferio derecho
del cerebro, que se considera ser la fuente de la intuición, de
la fantasía y de las emociones. Citando de nuevo a Canfield y
Klimek: «Nuestros estudiantes han de aprender también a
valorar su mundo inconsciente y a confiar en él, este mundo
inconsciente que se manifiesta por medio de su imaginación,
intuición, sueños, fantasías.»6
Otro medio de contactar con su «Yo Superior»
para conseguir orientación es por medio de «espíritus
guías».
Los niños escogen alguna imagen o ilustración que
representa a su «guía». Durante el año
escolar, cuando el niño necesita consuelo o ayuda, el maestro lo
instruye así: «Pregúntale a tu guía».
La imagen viene a ser una fuente de información,
«alguien» a quien ir cuando haya algún problema.7
Leyendo entre líneas
¿Le están enseñando a tu hijo que forma parte de la conciencia
universal? ¿Le enseñan a meditar, y a buscar guía del Yo Superior? Para
descubrirlo, tendrás que leer entre líneas. Después de referirse a la necesidad
de desarrollar «las dimensiones interior y espiritual, por medio de la
operación de formas como la meditación», Canfield y Klimek dicen:
El centrado también puede introducirse en el trabajo con
meditación en el aula. (Consejo: Si estás enseñando en una escuela pública, no
lo llames meditación, llámalo «centrado». Todas las escuelas
quieren a los niños relajados, atentos y creativos, y esto es lo que
conseguirán.)8
Incluso
Galyean, que es por otra parte sincera acerca de las bases religiosas
de sus teorías, advierte que aunque muchas escuelas están
abiertas a técnicas abiertamente religiosas como la
meditación, en áreas más conservadoras es
necesario emplear términos eufemísticos como
«centrado» o «concentración».9
También es remisa acerca de los espíritus guías: «Naturalmente, no
los llamamos así en las escuelas públicas. Los llamamos guías
imaginarios».10
Tu escuela puede tener programas que anuncia con el objeto de «reducir
el estrés» o para «aprender a relajarse». Éstas son formas
típicas de describir los programas de meditación. Puede que introduzca técnicas
para «potenciar la autoestima y la autoconfianza», que emplean
relajación e imaginería guiada para ayudar al niño a acceder a su «Yo
Superior». Si tu escuela anuncia programas pensados para «potenciar la creatividad y las capacidades de toma de
decisiones», deberías estar consciente que este es un beneficio que se
pretende comúnmente que es el resultado de entrar en contacto con el
inconsciente por medio de la meditación.
Puede
que tu hijo esté involucrado en un programa modelado en base de
enfoques conocidos como «Superaprendizaje» o
«Aprendizaje y Enseñanza Sugestivo Acelerativo»
(SALT). El que no haya leído acerca de estos enfoques
quizá desconozca que recurren al yoga, a la meditación y
a otras técnicas espirituales orientales. Se basan en la
«Sugestología» del doctor Lazanov, que a su vez
recogió del yoga, del aprendizaje en el sueño, de la
hipnosis, autogenesia y parapsicología. Sus «raíces
más profundas se encuentran en el sistema de Raja Yoga».11 La
Sugestología puede ser recapitulada como el empleo de estados
alterados de la conciencia producidos por la meditación para
facilitar el aprendizaje. Emplea música como un mantra
«para evocar un estado psicofísico específico de
concentración relajada»12 y la respiración
rítmica para aumentar el «prana» en el cuerpo (el
concepto oriental de una fuerza o energía vital).13
¿Podría ser que estas técnicas sean neutrales por sí mismas y que sean útiles
para la relajación e introspección si se separan de su contexto religioso? Los
defensores de la meditación han insistido largamente en que no se trata de nada
más que de una técnica para conseguir un estado de profunda relajación,
exhibiendo gráficas y mediciones para difundir una sensación de respetabilidad
científica.
En una entrevista le preguntaron a la misma doctora Galyean si sus ideas
religiosas orientales eran necesarias para un currículo de educación confluente.
Ella respondió:
El sistema de educación confluente con el que trabajo es totalmente
dependiente de esta perspectiva, porque toda mi filosofía es que
el aprendizaje es adquirir las capacidades de contemplar dentro de nosotros y
descubrir aquella información que está dentro de uno y que uno necesita conocer,
para crecer y devenir perfecto.14
Nos parece que Galyean tiene razón. Se vende una variedad de programas, todos
ellos basados en técnicas espirituales orientales, como medio para reducir el
estrés, potenciar la autoestima, o acelerar el aprendizaje. Pero la meditación y
el yoga, se pongan el ropaje que se pongan, están inextricablemente vinculados
con la visión oriental del mundo. Los que practican estas técnicas son enseñados
a pensar en términos de esta visión del mundo, tanto si esto se expresa de
manera abierta como si no.
Kenneth Pelletier, un proponente de la meditación, dice francamente que bien
puede ser que la nueva conformación de la visión del mundo del meditador sea
consustancial a la técnica:
En cierta manera, una persona que entra en meditación ya se
ha entregado a un sistema filosófico concomitante. No se puede subestimar este
factor de la actitud del individuo al aproximarse a la práctica de la meditación
para comprender los efectos positivos de esta práctica.15
En las explicaciones que se dan acerca de cómo y por qué
funciona la meditación se presupone una cierta visión de la vida. Es verdad que
no se le pide a nadie que haga una declaración de fe ni una entrega de fe antes
de comenzar a meditar, y por eso sus defensores pueden decir que la meditación
no es religiosa, y que es por ello compatible con cualquier fe. Pero sería
ingenuo no darse cuenta de que
aunque no se exija creencia por adelantado, las «creencias» se
enseñan de una forma concreta -y por ello, se aprenden. Las experiencias que te
encuentras en la meditación no vienen con etiquetas adjuntas, pero demandan
interpretación. La interpretación autorizada que te dan, cuando se reduce a su
contenido esencial, es idéntica, punto por punto, al hinduismo monista de las
Upanishads y a la tradición védica de Shankars.16
Un paso más allá
Es evidente que los meditadores sí entran en contacto con
alguna clase de poder. La interpretación que dan sus proponentes es que la
meditación es la vía de acceso a nuestra mente inconsciente y por medio de ella
a una mente universal. Pero esta no es la única interpretación posible. Otras
tradiciones religiosas mantienen que el poder espiritual proviene de seres
espirituales, lo que ofrece una interpretación diferente de los acontecimientos
paranormales. David Haddon observa que el estado pasivo de la mente que se busca
con la meditación «se asemeja al que buscan los mediums para entrar en
contacto con los espíritus....»17
Como dice el educador Frances Adeney, recapitulando la
educación confluente de Galyean, «se apoya enormemente en técnicas de
meditación así como en una proclamación directa de creencias hindúes y
ocultistas».18
«Lo que encuentro difícil de entender,» comenta
Eleanor Howe en The National Educator,
es el silencio de la ACLU [Unión Americana pro Libertades Civiles], de la
Liga Antidifamación y de todos los que siempre chillan a favor de la separación
de la iglesia y del estado. Aquí tenemos que se está promoviendo la filosofía
religiosa hindú por medio de una metodología pedagógica, financiada con dólares
de impuestos federales, y nadie está denunciando esta violación de la
Constitución [Americana].19
REFERENCIAS
1 Dr. Beverly Galyean, Una meditación de imaginería guiada,
presentada en el Taller de Educación Confluente, Talleres de Educación,
Conferencia Mandala, San Diego, 4 de agosto de 1980, y citada por Frances Adeney
en «Education Looks East», Spiritual Counterfeits Project
Journal, Vol. 5, No. 1, Invierno 1981-1982, pág. 28. Vuelve al
texto
2 Adeney, Francis, entrevista con Dr. Beverly Galyean,
Radix, 6 agosto 1980. Vuelve al texto
3 Jack Canfield y Paula Klimek, «Education in the New
Age: A Wholistic Model of Education,» Centering, Vol. 1, No. 2,
Verano 1979. Vuelve al texto
4 Dr. Berverly Galyean, «Meditating with Children: Some
Things We Learned», citado en Adeney, pág. 29. Vuelve al
texto
5 Ibid. Vuelve al texto
6 Canfield y Klimek. Vuelve al texto
7 The Society for Accelerated Learning, «New Dimensions
in Education -Confluent Learning», sesión plenaria en la conferencia,
Education in the 80's, citado en Adeney, pág. 30. Vuelve al
texto
8 Jack Canfield y Paula Klimek, «Education in the New
Age», New Age, Vol. 3, No. 9, febrero 1978, pág. 36. Vuelve al texto
9 Dr. Galyean, Ed. Workshop [Taller educativo], Mandala
Conference, citado en Adeney, pág. 31. Vuelve al texto
10 The Society for Accelerated Learning, «New
Dimensions», citado en Adeney, pág. 30. Vuelve al
texto
11 Sheila Ostrander y Lynn Schroeder, Superlearning
(New York: Dell Publishing Co., 1979), pág. 17. Vuelve al
texto
12 Ibid., pág. 113. Vuelve al
texto
13 Ibid., pág. 106. Vuelve al
texto
14 Entrevista en Radix. Vuelve al
texto
15 Kenneth Pelletier, Mind as Healer, Mind as Slaver: A
Holistic Approach to Preventing Stress Disorders, citado en Brooks
Alexander, «Holistic Health from the Inside», Spiritual
Counterfeits Project Journal, Vol. 2, No. 1, agosto 1978, pág. 16. Vuelve al texto
16 Carta abierta a un meditador, Spiritual Counterfeits
Project, P. O. Box 2418, Berkeley, CA 94702. Vuelve al
texto
17 David Haddon, «Transcendental Meditation Wants
You», citado en Sharon Fish, «Transcendental Meditation: Holistic
Health and the Nursing Profession», Spiritual Counterfeits Project
Journal, Vol. 2, No. 1, agosto 1978, pág. 41. Vuelve al
texto
18 Adeney, pág. 30. Vuelve al texto
19 Eleanor Howe, «"Occult" Teaching in Schools»,
The National Educator, Vol. 13, No. 11, Abril 1982, pág. 4. Vuelve al texto
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