Del 16 al 19 de agosto [de 1995] se celebró en Soesterberg, Holanda, el Sexto Congreso
Creacionista Europeo, organizado en esta ocasión por la Escuela Superior
Evangélica (Evangelische Hogeschool) de Amersfoort. Con una asistencia de ciento
veintiún congresistas, participaron dieciséis oradores. Los países representados
en el Congreso eran Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Finlandia, Francia,
Grecia, Holanda, Mónaco, Noruega, Reino Unido, Rumania, Sudáfrica, Suecia, Suiza
y Ucrania.
Como se puede ver por las ponencias (cuadro adjunto), se dio un gran énfasis
a la interpretación de la trama histórica de las capas geológicas de la tierra.
Y eso no es casual. Jean André De Luc ya advertía en el siglo xviii/xix:
La mayor parte de las otras ciencias especulativas no
interesan de manera propia más que a los que se interesan en ellas ... pero la
historia de la Tierra es inseparable de la del hombre... Antes de todos los
sistemas aventurados que se ha visto surgir durante el siglo pasado, la geología
era cosa inútil para los hombres: judíos, cristianos y musulmanes tenían en
Génesis la historia de la Tierra y la de los hombres; y si los paganos no
participaban de esta instrucción formal, tenían sin embargo en sus mitologías
unos rasgos tan evidentes que era imposible no reconocerlos como descendientes
de Noé, como a todas las otras naciones. Eso corroboraba el Génesis para
aquellos que tenían la bendición de poseer esa historia precisa del origen y de
los principales acontecimientos del género humano.
Así, los hombres no carecían de los conocimientos esenciales a este respecto
...
Pero la geología [es decir, la interpretación
histórica naturalista de la trama geológica, Ed.] produjo
un profundo cambio. Todos los que han constituido sistemas
geológicos han pretendido establecerlos sobre hechos tocantes a
la historia de la Tierra: y ello incidía necesariamente sobre la
historia del Génesis y en la de los hombres relacionada con este
libro, y pronto se llegó a la conclusión de que si la
geología era contraria al Génesis, que este libro no
podría ser más que una fábula. Es inútil
tratar de eludir esta conclusión: se hace evidente a todos los
espíritus, y no se puede rehusar admitir que la geología,
ciencia de los «hechos» y de las «deducciones»
rigurosas, habiendo adquirido todo el carácter de
«verdad», cuando se opone a lo que Génesis relata
acerca de los acontecimientos físicos de la Tierra que tienen
que ver con la raza humana, la historia de la misma llega a ser
incierta. Ésta es una consideración que presento a todos
aquellos cuyas funciones los llaman a enseñar y a defender la
Religión revelada. Las armas de los atacantes han cambiado, y es
necesario adaptarse para la defensa. Se la ataca por la
geología, y ésta es una ciencia que los teólogos
deben adquirir de manera tan necesaria como la de las lenguas
antiguas... 1
En el curso del Congreso se hizo una crítica a la atribución al Diluvio de
todos los estratos desde el Cámbrico hasta el final del Terciario, como, por
ejemplo, en la obra de Whitcomb y Morris, El Diluvio del Génesis
(Scheven, Robinson). Se hizo una defensa del papel de la antedicha obra al
sentar las bases para una interpretación no distorsionada del libro del Génesis
y al proponer un modelo catacísmico como explicación básica de las
características de los depósitos fosilíferos, así como de detonante de la
investigación que se ha efectuado desde 1963 hasta el presente (Escuain).
También se mencionó el valioso trabajo del Dr. Bernard E. Northrup en la obra
The Genesis of Geology (1989), con la elaboración de su modelo de
armonización de cinco cataclismos ligando Génesis (incluyendo Génesis 10 y la
división continental) y el libro de Job con la trama geológica de la tierra, así
como los cataclismos de la época de Ezequías e Isaías (Escuain, Scheven). En
este modelo se atribuye al Diluvio la deposición de las formaciones del Cámbrico
al Pérmico, mientras que las formaciones del Triásico al Terciario se atribuyen
a las convulsiones de la división continental y cataclismos regionales
residuales, y las eras glaciales al período de intenso volcanismo posterior de
la época de Job y consiguiente enfriamiento de la tierra. Muchas dificultades
del modelo diluvialista general quedan solucionadas con estas correlaciones.
Se debe recordar que la interpretación histórica de los
depósitos geológicos actualmente dominante fue hija de un prejuicio filosófico
naturalista anticristiano.2 El mismo Stephen Jay Gould reconoce
este extremo, con esas palabras:
Charles Lyell era un abogado, y su libro [Fundamentos de
Geología, 1830-1833] es uno de los más brillantes alegatos que jamás haya
publicado un abogado.... Lyell se apoyó en verdaderas astucias para establecer
su perspectiva actualista como la única verdadera geología. Primero erigió un
hombre de paja para demolerlo ... De hecho, los catastrofistas tenían un enfoque
mucho más empírico que Lyell. El registro geológico parece desde luego demandar
cataclismos; las rocas están fracturadas y contorsionadas; hay faunas enteras
que han sido aniquiladas. Para evitar esta apariencia literal, Lyell impuso su
imaginación sobre la evidencia. El registro fósil, argumentó él, es
extremadamente imperfecto y hemos de interpolar en él lo que podemos inferir de
manera razonable pero no podemos ver. Los catastrofistas eran los tenaces
empiristas de su época, y no unos ciegos teólogos apologistas. 3
Los actuales desarrollos del modelo policataclísmico propuesto en la obra del
Dr. Bernard E. Northrup y los trabajos de Scheven, Garton, Hoogerduyn, Molén,
Mitchell, Robinson, Berthault y otros en diversas áreas, permiten por fin ver
una concordancia ajustada entre la trama geológica de la tierra y la revelación
que Dios nos da de la historia de la tierra y de los hombres en la Biblia.
Ponencias del VI congreso
GEOLOGÍA
Superficies Estacionarias en el Registro Geológico y Su
Relevancia para la Geología Diluvial, por el Dr. J. Scheven
(Alemania)
La Datación de las Eras Geológicas Bajo Examen, por la Dra.
M. C. Van Oosterwyck-Gastuche (Francia)
La Roca Tubular (Piperock)
Escocesa: Evidencia de Deposición Rápida en el Cámbrico, por el Dr. M.
Garton (Reino Unido)
¿Escaparon los Animales a Terreno Elevado Durante el
Diluvio?, por el Dr. S. Robinson (Reino Unido)
El Descubrimiento del
Tiempo Geológico, por el Dr. D. Tyler (Reino Unido)
Experimentos en
Estratificación, por el Sr. G. Berthault (Francia)
PERÍODOS GLACIALES
Hacia un Modelo Glacial
Postdiluviano, por el Dr. J. E. Hoogerduyn (Holanda)
Una Era Glacial
Postdiluvial, por el Dr. M. Molén (Suecia)
Una Era Glacial Breve, ¿Por
qué no?, por el Dr. C. W. Mitchell (Reino Unido)
ASTRONOMÍA
Superstrings Masivos y el Firmamento, por el Dr.
G. Bouw (Estados Unidos)
Cuestiones tocantes al Tamaño y a la Edad del
Universo, por el Sr. Ph. Stott (República Sudafricana)
CRONOLOGÍA
¿Son las genealogías en Génesis 5 y 11 históricas y
sin discontinuidades?, por el Prof. Dr. S. Külling (Suiza)
BIOLOGÍA
Telomeros, Radiación y el Paraíso Perdido, por el
Dr. N. Crompton (Reino Unido/Suiza)
Un atisbo al Problema del Origen de la
Vida y de la Materia, por el Sr. A. Frangos (Grecia)
LINGÜÍSTICA
Sobre el Origen de las Lenguas, por el Dr. R.
Liebi (Suiza)
FILOSOFÍA
Creación y Evolución en una Perspectiva Filosófica
Cristiana, por el Dr. R. Benjamin (Holanda)
1. Luc, J. A. de. Traité élémentaire de Geologie
(trad. francesa, París, 1810). Citado en la obra de Dominique Tassot, A
L'Image de Dieu Préhistoire Transformiste ou Préhistoire Biblique? (Editions
Saint-Albert, Annelles 1991), págs. 15-17. Volver al texto
2. Grinnell, George. «Los Orígenes de la Moderna Teoría
Geológica» en Geología: ¿Actualismo o Diluvialismo? [Ed. CLIE,
Terrassa 1983], págs. 13-29. Volver al texto
3. Gould, Stephen Jay. «Catastrophes and Steady-State
Earth,» Natural History, febrero de 1975, págs. 16-17, citado en
Acts and Facts, agosto 1976, pág. II. Volver al
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