El más
patético intento de responder al reto que la
Complejidad Irreducible plantea al evolucionismo
darwinista
por Michael
Behe
23/04/2006
Traducción
y adaptación: Santiago Escuain — © SEDIN
2006 - http://www.sedin.org/
Original inglés en http://www.idthefuture.com/2006/04/the_lamest_attempt_yet_to_answ.html
// http://www.idthefuture.com/
El estudio de Bridgham et al (2006) publicado en el número de 7
de abril de la revista Science
es el más patético de los intentos hasta
ahora —y
quizá el más patético posible— de
esquivar el
problema que la complejidad irreducible plantea al
Darwinismo.
La
esencia del
estudio es como sigue: los autores comenzaron a partir
de una
proteína que ya tiene la capacidad de
interaccionar intensamente
con tres clases de hormonas esteroideas (aldosterona,
cortisol, y
«DOC» [11-desoxicorticosterona].
Después de inducir
diversas mutaciones simples la proteína
interactuaba de forma
mucho más débil con todos estos
esteroides. En otras
palabras, se hizo disminuir una capacidad
preexistente.
¡Aquí tenemos la hazaña! Y el
hecho de que este
estudio tan sumamente modesto y sustancialmente
irrelevante sea
hinchado a bombo y platillo con comunicados
de prensa,
con un comentario en la revista Science por Christoph
Adami, y con
reportajes aparecidos y por aparecer en los medios de
comunicación, demuestra la enorme ansiedad que
algunos
personajes padecen acerca de la tesis del
Diseño Inteligente.
En
este
estudio, los autores querían observar si dos
proteínas
modernas relacionadas llamadas receptor de
glucocorticoide (GR) y
receptor de mineralocorticoide (MR) se podían
derivar a partir
de una proteína ancestral común. Usando
un inteligente
análisis, los autores prepararon una
proteína que
creían que representaba a la proteína
ancestral. Esta
proteína liga a diversas hormonas de estructura
semejante, como
lo hace la moderna MR. Entonces introdujeron dos
cambios de
aminoácidos en la proteína que se
encuentran en la
moderna GR. Los dos cambios llevaron a que la
proteína ancestral
ligase las diferentes clases de hormonas con una
intensidad de entre
diez a mil veces más débil- Esta
proteína ligaba
la aldosterona unas tres veces más
débilmente que el
cortisol. Los autores observan que la moderna GR (en
tetrápodos)
también liga la aldosterona más
débilmente que el
cortisol. De modo que quizá, según este
modo de pensar,
un gene ancestral que pudiera ligar ambas hormonas se
duplicó en
el pasado, en el que una copia acumuló dichas
dos mutaciones
para llegar a ser la moderna GR, mientras que la otra
copia
llegó a ser la moderna MR.
A
continuación doy unos comentarios como
respuesta:
- Esto es una continuación de la venerable
tradición darwinista de hacer grandiosas
afirmaciones basadas en
resultados insignificantes. No hay nada en este
artículo que un
proponente del DI piense que quede fuera del alcance
de las mutaciones
aleatorias y de la selección natural. En
otras palabras,
presentan una falsa imagen del adversario a batir.
- Los autores (incluyendo a Christoph Adami en su
comentario)
redefinen a su propia conveniencia la
«complejidad
irreducible» hasta términos
ínfimos. Desde luego,
yo no clasificaría el sistema de ellos como
de CI. Los sistemas
de CI que yo traté en La Caja Negra de Darwin
contienen una
multiplicidad de factores proteínicos
activos. En cambio, el
«sistema» de ellos se compone de solo
una proteína y
su ligando. Aunque en la naturaleza el receptor y el
ligando forman
parte de un sistema mayor que entonces posee una
función
biológica, el fragmento del sistema mayor que
ellos han escogido
no hace nada por sí mismo. En otras palabras,
los componentes
aislados con los que trabajan no son de complejidad
irreducible.
- En el experimento ¡sólo cambiaron dos
residuos
de aminoácidos! No se añadieron nuevos
componentes, ni se
eliminaron componentes viejos.
- En este experimento no se produjo nada nuevo;
más
bien, lo que se hizo fue debilitar la capacidad
preexistente de una
proteína para ligar diversas
moléculas. Los
investigadores comenzaron sus experimentos con una
proteína que
puede ligar intensamente diversos esteroides de
estructura muy similar,
y acaban con una proteína que, como mucho,
liga algunos de los
esteroides diez veces menos enérgicamente.
(Figura 4C)
- Estos resultados no difieren del desarrollo de
resistencia
a los antibióticos, donde unos cambios de un
solo
aminoácido pueden llevar a que disminuya la
afinidad de una
toxina a una proteína determinada (por
ejemplo, la resistencia a
la warfarina en ratas, y la resistencia a diversos
medicamentos contra
el SIDA). Los proponentes del diseño
inteligente están
plenamente de acuerdo en que estos cambios se pueden
conseguir mediante
mutación al azar y selección natural.
- En el intermedio «menos prometedor»
(L111Q) la
proteína ha perdido esencialmetne su
capacidad de ligar con
ningún esteroide. En el caso de la
proteína intermedia
«más prometedora» (la que
presenta únicamente
la alteración S106P), la proteína ha
perdido alrededor
del 99% de su capacidad de ligar DOC y cortisol, y
ha perdido alrededor
del 99,9% de su capacidad de ligar aldosterona.
(Figura 4C)
- Aunque los autores implican (y Adami lo afirma de
manera
directa) que la proteína que ha sufrido
mutación es
específica para el cortisol, de hecho
también liga
aldosterona con alrededor de la mitad de la
afinidad. (Comparar las
curvas roja y verde en la gráfica inferior de
la derecha de la
Figura 4C.) Lo que es más, hay en realidad
una diferencia mucho
más grande (alrededor de 30 veces) en la
afinidad de la ligadura
para la aldosterona y el cortisol con la
proteína inicial,
ancestral, que con la proteína final, objeto
de la
mutación (alrededor del doble). De modo que
la capacidad de la
proteína para discriminar entre ambos
ligandos ha disminuido
diez veces.
- Uno pensaría que la disminución en
cien veces
de la capacidad de ligar un esteroide
constituiría al menos
inicialmente un cambio muy perjudicial que
sería eliminado por
la selección natural. Los autores no ponen
esto bajo ensayo;
sencillamente dan por supuesto que no
constituiría un problema,
o que el problema podría de alguna manera
solucionarse
fácilmente. Ni ponen a ensayo su
especulación de que el
DOC podría actuar de alguna manera como un
ligando intermedio.
En otras palabras, de modo típicamente
Darwinista, los autores
pasan por encima con sus imaginaciones lo que en
realidad
constituirían unas dificultades
biológicas sumamente
graves.
- Que unos resultados tan modestos sean proclamados
tan a
bombo y platillo se debe más, sospecho yo, a
la antipatía
que muchos científicos sienten contra el
Diseño Inteligente
que al valor intrínseco del experimento
mismo.
- En conclusión, los resultados (e incluso el
imaginado pero problemático escenario) quedan
bien dentro de lo
que un proponente del Diseño Inteligente ya
esperaría que
pudieran hacer los procesos de mutación y
selección
natural, de modo que esto no afectará a
nuestra
valoración de su mérito
científico. ¡Pero es
encantador saber que la revista Science nos tiene en
mente!
Nota del editor.
Para información adicional en inglés, pulse
aquí.
Adiciones recientes al
Museo Virtual de Máquinas Moleculares
20/04/2006
©
SEDIN 2006 - http://www.sedin.org/
Desde
los recientes descubrimientos, en el curso las
últimas tres
décadas, del sorprendente mundo celular
compuesto de sistemas
y subsistemas de verdaderas maquinarias, los
investigadores y los
ministerios de diversas naciones han emprendido
una verdadera
campaña para tratar de desentrañar
los mecanismos de
funcionamiento de unos sistemas
electromecánicos y
cibernéticos que han resultado funcionar
con unos rendimientos
no alcanzados por las tecnologías humanas.
El objetivo es
realizar retroingeniería y aplicar los
descubrimientos
realizados a realizar avances técnicos en
diversas aplicaciones
físicas, biomédicas, etc. Entre
ellos están el
Departamento de Energía de los Estados
Unidos, los gobiernos
británico, francés y japonés.
Estos descubrimientos inciden en el
mismo criterio que
estableció Darwin para la refutación
de su tesis de una
formación de los sistemas de los seres
vivientes sin
ningún verdadero designio intencionado de
un Creador. En
palabras de Darwin:
«Si pudiera
demostrarse que ha existido un órgano
complejo que no pudo haber sido formado por
numerosas y ligeras modificaciones sucesivas, mi
teoría fracasaría por
completo.»
En
realidad siempre ha habido sistemas que refutaban el
concepto
darwinista. El mismo Darwin confesó que cuando
pensaba en el
ojo, se ponía «enfermo», aunque
atribuía su
incapacidad para lograr ver la solución debido
a que su cerebro
era producto de una evolución y por tanto un
mal instrumento.
Intentó valerosamente hacer frente a esta
cuestión
ofreciendo algunas sugerencias, pero ninguna
verdaderamente
satisfactoria, y así hasta el día de
hoy. Por otra parte,
la célula era para Darwin un sistema
«simple»
que formaba la base de la constitución de los
organismos
multicelulares complejos. El descubrimiento de la
abrumadora y
maravillosa complejidad de los subsistemas y sistemas
celulares, su
cantidad y especificidad, así como sus
controles, automatismos y
programación, todo un entorno de
información, tratamiento
de la información, traducción de la
información a
forma y función, choca frontalmente con la
tesis darwinista, al
cumplir el criterio que el mismo Darwin
estableció para
la refutación de su tesis. El descubrimiento
del motor
eléctrico giratorio del flagelo bacteriano a
finales de la
década de los 60 y el estudio de las maravillas
de las
células reafirma el carácter de un
designio no aparente,
sino real, intencionado, en el que las formas y
funciones de la vida
son resultado de una intención plasmada en una
información codificada en forma de programas
genéticos,
con toda una maquinaria celular diseñada para
la lectura y
traducción de estos códigos y la
plasmación de los
mismos en las estructuras y funciones de la vida.
Ciertamente, como
dice el Apóstol Pablo:
«...
las cosas invisibles de él, su eterno poder y
deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del
mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo
que no tienen excusa»
(Epístola a los Romanos 1:20).
El análisis de todos estos
asombrosos mundos
tecnológicos, quìmicos,
mecánicos,
eléctricos y cibernéticos en el interior
de la
célula llevan a un necesario rechazo de la
tesis de que el
designio de los seres vivos es solo aparente, como,
cuando en su libro
publicado en 1986, El
Relojero Ciego, Richard Dawkins
decía:
«La biología es el
estudio de cosas complicadas
que tienen la apariencia de haber sido
diseñadas con un propósito.»
¿Por qué, si los seres
vivos comportan
«cosas complicadas que tienen la apariencia
de haber sido
diseñadas con un propósito»,
se debe proceder a
considerar que esta es una falsa apariencia? Los
materialistas han
estado negando la evidencia del designio evidente
de la vida al menos
desde Demócrito en el siglo III antes de
Cristo. Pero esta
pretensión de la filosofía
materialista de que el
diseño inteligente es una mera apariencia
queda refutada con el
estudio de los subsistemas de complejidad
irreducible y los
supersistemas también de complejidad
irreducible que aparecen en
las células a nivel subcelular, y en los
organismos a nivel
orgánico. En realidad, en los sistemas
vivos nos encontramos con
sistemas irreducibles en cascada donde encontramos
lo que ya William
Paley designaba, en su gran obra de 1802, Teología
Natural, con
el término de «contrivance»,
esto es,
«ingenio», o «actividad
inventiva». Y se debe
insistir en que los sistemas vivos comportan
soportes de
información, lectura de información,
traducción de
información en forma y función. De
ahí otra
vía de refutación del darwinismo y
de todo argumento que
pretenda defender que los diseños de la
vida solo tienen una
apariencia de un propósito, con la realidad
de que el origen de
la información, como plasmación que
es de un
propósito, solo tiene lugar en la Mente de
aquel que es la
Palabra, el Verbo de vida (Cp. Evangelio de Juan
1:1-4; 10-14).
En el museo damos una visión y
enlaces que
podrán ser de utilidad para ver hasta que
punto los sistemas
de nanotecnología del mundo de lo viviente
han refutado la
pretensión darwinista de un logro de las
formas y funciones de
la vida por pequeños pasos graduales —todos
ellos útiles
y superiores al precedente— al mostrar subsistemas
de gran complejidad
irreducible a ningún sistema precedente,
que precisan de todas
sus partes para tener funcionalidad alguna, y que
forman parte de
mayores sistemas de complejidad irreducible a su
vez, dado que no
funcionarían a falta de algún
subsistema.
Santiago Escuain
Entre en el Museo
Nuevos
artículos traducidos al castellano sobre
temas de Diseño
Inteligente / Naturaleza del Registro Fósil
/ El ADN y el Origen
de la Vida / El Origen de la Información
biológica,
aparecidos en el portal Organización
Internacional para el Avance del Diseño
Inteligente
[www.oiacdi.org]
20/04/2006
Artículos
en formato PDF [Haga clic sobre los títulos
para descargarlos]:
El anuncio del Hombre
de «Middle Awash» por
paleoantropólogos
14/04/2006
Fuente:
Creation·Evolution Headlines
© 2000 Creation Safaris -
http://www.creationsafaris.com/
Traducción y adaptación: Santiago Escuain
— © SEDIN 2006 - http://www.sedin.org/
Todos a una, los
medios de comunicación se han
unido al más reciente coro acerca de los
pretendidos fósiles de antepasados
humanos: «Un hallazgo de fósiles mejora
el conocimiento sobre el origen del
hombre» (Live
Science): «Unos fósiles cubren un
vacío en el linaje humano» (BBC
News); «Fósiles
antiguos llenan el vacío en la temprana
evolución humana» (Yahoo
News);
«Un descubrimiento de fósiles llena un
vacío en la evolución humana» (MSNBC
News, que añade: «Acabamos de
descubrir la cadena de la evolución, la
continuidad a través del
tiempo»); y la nota de prensa de la Universidad
de
California en Berkeley, de donde procede Tim
White, que califica el
Middle Awash en Etiopía como «la mejor
ventana del mundo sobre la evolución
humana».
Lo que
se afirma es que los fragmentos hallados en
Etiopía del Australopithecus
amarensis se encuentran entre su pretendido
predecesor Ardipithecus y
el sucesor Australopithecus afarensis (alias Lucy). Esto hace de
este fósil algo así como el hombre
de Middle Awash.
Los veteranos en estas
cuestiones ya conocen tan bien la canción y el
baile que no les causará más que
un aburrido bostezo. Todo lo que es preciso saber
acerca del juego de la
paleoantropología lo cuenta el doctor Jerry
Bergman en el reciente artículo en
el boletín de CRS Creation
Matters (11:1, Ene-Feb. 2006), «Controversias
en Paleoantropología»,
publicado recientemente en castellano en este portal.
Muchos estudios
descubren que el
campo pretendidamente objetivo de la evolución
humana es cualquier cosa menos
objetivo — los prejuicios son cosa común, y se
han documentado casos de
corrupción y de fraude. Entre los ejemplos bien
conocidos aparecen el hombre de
Piltdown y el Hesperopithecus, pero existen muchos
otros ejemplos. ...
Una parte de
la razón para la controversia es que el campo
de la antropología está dividido
en «facciones» o «escuelas»
que con no poca frecuencia compiten entre sí.
Cada
escuela está a menudo dominada por una
pequeña cantidad de personas que con
frecuencia son líderes con gran carisma
personal. Cada facción intenta
«demostrar» su propia teoría de
evolución humana, a menudo de forma
dogmática,
mediante el uso de huesos fósiles, la
mayoría de los cuales son fragmentos muy
dañados. En estos conflictos se adoptan
partidos y, como lo demuestra Morell
con elocuencia (1995), los participantes acaban al
final enzarzados en
conflictos en los que valen las conductas carentes de
ética (y casi todo lo
demás). Lo único que se excluye es la
agresión física (aunque no siempre).
Bergman documenta este
extremo de forma extensa. De hecho, Tim White es uno
de los culpables. Tiene
reputación en su disciplina de tener una
actitud de fariseo, «grosero y
arrogante hacia los demás hasta un punto
indescriptible» en palabras de Milford
Wolpoff, que fue profesor de White en la Universidad
de Michigan. Bergman cita
el libro de V. Morrell publicado en 1995, Ancestral
Passions:
Morell concluye que,
igual que Wolpoff, Richard Leakey
también «suponía que White
llegaría finalmente a madurar y a deponer esta
actitud. En lugar de ello, el mismo Leakey vino a ser
un blanco para él»
(Morell, 1995; p. 477). Por ejemplo, cuando Leakey
explicó su inquietud acerca
de la interpretación que White había
hecho de un fósil, White «comenzó
a
chillarme, tildándome de dictador, diciendo que
era una desgracia que yo
estuviera al frente — todo esto es basura ... no
quería tener nada más que ver
conmigo, y finalmente salió de mi oficina dando
un portazo» (Morell, 1995; p.
478).
Y esta es una de las
controversias más suaves. De modo que
aquí tenemos lo que se considera que son
científicos mesurados, equilibrados, amantes de
la verdad, tal como son. White
acaba de marcar un tanto, y sus oponentes están
ahora lanzados para ver si
pueden lanzarlo al suelo. Que pena que los medios de
comunicación sean tan
crédulos. Creen que esto es ciencia, cuando se
trata de echarse fango entre sí.
Acceda al libro en línea: El Hombre Fósil, por
Frank Cousins, o descárguelo
en formato PDF
(1,5Mb)
Enlaces en inglés: Early
Man • Fossils
Las bases de ADN
aisladas se destruyen rápidamente
14/04/2006
Fuente:
Creation·Evolution Headlines
© 2000 Creation Safaris -
http://www.creationsafaris.com/
Traducción y adaptación: Santiago Escuain
— © SEDIN 2006 - http://www.sedin.org/
Sin
agua,
las bases del ADN se descomponen fácilmente.
Cualquiera de los
modelos sobre el origen de la vida que implique que
los componentes del
ADN (los nucleótidos) sean de gran
duración se encuentran
con grandes problemas, según investigadores
de la Universidad
Estatal de Oregón.
Las moléculas pueden caer en un «estado
oscuro» en
el que son muy vulnerables a la radiación UV.
Esta idea
había sido considerada en el pasado como una
«herejía científica» —
hasta el punto de que
los investigadores «padecieron largas noches
de insomnio»
defendiendo esta idea contra los críticos:
El núcleo
del debate,
dice [Wei] Kong [profesor de química], se
relaciona con el comportamiento de
las bases de los ácidos nucleicos —la adenina,
la timina, la guanina y la
citosina— que, en forma de pares de bases A-T y G-C,
forman el ADN y en último
término llegan a formar el patrón para
todos los seres vivos. Una de las
premisas más fundamentales de la
bioquímica es que estas
bases de ácidos nucleicos son muy
estables,
porque deberían serlo para prevenir mutaciones destructivas y posibilitar la estructura genética
organizada.
Pero
los estudios en la Universidad
Estatal
de Oregón, realizados con espectroscopía
electrónica muy sofisticada,
demostraron que la pretendida
estabilidad de las bases de los ácidos
nucleicos en el ADN es mayormente un
mito. (Énfasis
añadido en todas
las citas.)
...
«En su forma
biológica,
rodeadas de otras bases con puentes de
hidrógeno, es cierto que los ácidos
nucleicos que componen el ADN son estables»,
dijo Kong. «Pero hemos encontrado
que los seres vivos, en su
integridad, proporcionan un medio
que crea esta estabilidad, mediante anclajes dentro de
pares de bases y/o con
bases vecinas. Estos anclajes permiten
la liberación de energía
fotónica dañina como calor. Pero una base de ADN como molécula
aislada,
por sí misma, no posee esta
estabilidad.»
En otras
palabras, las
bases aisladas de ADN no poseen la estabilidad que los
científicos creían que
tenían. Son sumamente vulnerables a
daños producidos por los rayos UV durante
breves períodos:
La duración
del estado oscuro no es larga —un nanosegundo es una
mil millonésima parte de
un segundo. Pero es un tiempo más que
suficiente para que ocurran
mutaciones del ADN, dijo Kong. Y la existencia
de este estado oscuro suscita cuestiones
acerca de cómo pudo
llegar a comenzar la vida, siendo que los
portadores genéticos mutaban o
eran destruidos con tanta
facilidad durante este brevísimo pero muy
vulnerable instante.
«Cuando
se estaban formando las
bases del ADN al principio hace miles de
millones de años [sic], la
atmósfera
era en realidad muy hostil», dijo Kong.
«Este fue un período
anterior a cualquier capa protectora de ozono
sobre la
tierra, y la radiación
ultravioleta era
muy intensa. De modo que si las bases del ADN
primordial quedaron forzadas
a este estado oscuro vulnerable, habrían
sufrido
grandes daños fotoquímicos que hubiera
hecho muy difícil la mera supervivencia de
estas bases, por no hablar de la
posterior evolución de la vida.»
Es en este punto que el
comunicado de prensa adopta un tono espectacularmente
optimista: el estado
oscuro desaparece en presencia de agua.«De modo
que si había agua presente, las
bases del ADN primitivo hubieran podido
sobrevivir y finalmente hubieran
ayudado a formar la base para formas de vida
más y más complejas», dicen.
Dice Kong que
los descubrimientos sugieren cómo el
agua
hubiera podido ser un compuesto absolutamente
esencial para conseguir
que las bases del ADN primordial permaneciesen
estables, resistiesen a la
mutación y, finalmente, permitiesen
la
evolución de la vida. ...
«Lo que esto nos dice
en realidad es que la vida es un proceso
unificado», dijo
Kong. «No se trata meramente de un grupo
de bases del ADN, sino también del
medio físico en el que existen.
Más
adelante, al volverse la vida más
evolucionada [sic], hubo otras
maneras
de conseguir estabilidad genética. Pero al
principio, sencillamente puede que no
fuese posible sin agua.»
Así que, aunque la
noticia parece mala, pudieron darle un aspecto
positivo añadiendo agua: «La
presencia de agua fue la
clave de la evolución de la vida en
la tierra, al hacer posible que surgiera
la vida [sic] a partir de lo que fue en el
pasado una sopa primordial hostil e
implacable de productos químicos y
radiaciones»
[sic]. En otras palabras, no hagamos la prueba con
sopa primordial deshidratada
y congelada.
La única
buena noticia aquí es que estos
investigadores no han arrojado del todo
la
toalla. Esto
no es una buena noticia para la escuela de pensamiento
materialista del origen
de la
vida. Han
estrechado todavía más una
situación ya sin salida (véase libro en
línea,
Especulaciones y Experimentos Relacionados con
Teorías sobre el Origen de la
Vida). Esta «herejía radical»
elimina cualquier posibilidad de que los
componentes clave se formen fuera del agua. Podemos
recordar cuando Steve Benner
propuso que la ribosa se formase en un desierto con
boro, porque era demasiado
inestable en agua (11/05/2004).
Ahora
se trata de que el pobre hombre tendrá que
preparar la ribosa en el
desierto (con la esperanza de que la
radiación UV no la destruya
allí), y luego
llevarla al agua donde estarán las bases A, C,
T, G o uracilo, con la esperanza
también de que alguna manera se combinen con
fosfatos o con algún mineral
arcilloso, y que luego se enlacen en cadenas de
polinucleótidos que puedan
codificar información y
realizar
funciones enzimáticas (el mundo del ARN), y
además encontrar algún refugio en
alguna membrana que no sea tan impermeable que llegue
a ser una trampa mortal.
Parece una fantasía muy difícil
de
hacer creer al Congreso. Las cosas no van demasiado
bien en estos tiempos para
la astrobiología.
El «Evangelio
de Judas» — y los
despropósitos pseudoacadémicos de
una campaña anticristiana
14/04/2006
Fuente:
Creation·Evolution Headlines
© 2000 Creation Safaris -
http://www.creationsafaris.com/
Traducción y adaptación: Santiago Escuain
— © SEDIN 2006 - http://www.sedin.org/
Desde
que National
Geographic anunció la
culminación de una traducción del
llamado
«Evangelio de Judas» (un evangelio
apócrifo del siglo II atribuido a Judas,
pero no escrito por él), los medios de
comunicación han estado propagando
especulaciones de que nos da una perspectiva
más clara de Jesús desde el punto
de vista de Judas, perspectiva que los primitivos
dirigentes de la iglesia
suprimieron. El «Evangelio de Judas» ya
era conocido alrededor del 180 d.C.,
pero no nos había llegado ninguna copia hasta
que recientemente se descubrió
una de ellas.
Algunos reportajes de prensa tratan este
tema con gran sensacionalismo, y pocos de ellos
parecen cuestionar la
autenticidad del documento o la credibilidad de
sus pretensiones. Parece estar
extendida la presuposición de que cualquier
punto de vista contario ha de ser
más aceptable que el aceptado.
Sin
embargo, en cuanto la historia
llegó a la prensa, han comenzado a aparecer
artículos respaldando el canon
tradicional del Nuevo Testamento. Collin Thomas
escribió uno para Christianity
Today, y Al Mohler escribió otro
para Baptist
Press.
Los profesores de Union University respondieron
también en otro artículo en Baptist
Press,
valorando al «Evangelio de Judas» como
«herético» y
«históricamente indigno de
confianza». Respondiendo al argumento de la
profesora de Princeton Elaine
Pagels de que los gnósticos no consideraban que
sus puntos de vista fuesen
heréticos, Greg Thornbury respondió:
«¿Y cuándo admiten los herejes que
lo que
creen es realmente herejía? Tanto si nos
remontamos al cuarto siglo o al siglo
21, nunca ha faltado gente que haya intentado
desacreditar la fe cristiana». En
Christianity Today, Ted Olsen daba dos docenas de
vínculos a artículos
periodísticos discutiendo el «Evangelio
de Judas», a favor y en contra. Un par
de días después, la universidad Biola
University
colgó en la red una respuesta en formato de
preguntas y respuestas por Clinton
E. Arnold, catedrático y presidente del
Departamento del Nuevo Testamento. De
modo que, lejos de correr a esconderse, muchos
eruditos bíblicos están
presentando batalla. Donald Senior dijo en un
comunicado de agencia de AP en Fox
News, «que
comience un vigoroso debate acerca de la relevancia de
este fascinante texto
antiguo».
¿A
dónde ha
llegado el National Geographic?
Justo antes de Pascua, publicaron dos reportajes
intentando poner a los
cristianos a la defensiva; primero con la tonta
sugerencia de Doron Nof de que
Jesús anduvo sobre hielo en lugar de sobre agua
(04/04/2006),
y
ahora dando bombo y platillo a este falso evangelio
junto con la propuesta de
una teoría de sabor conspiratorio de que la
iglesia «no quiere que se sepa» la
verdad acerca de Judas. ¿A qué viene
todo esto? ¿Tenemos aquí una actitud de
estudio objetivo, o de activismo anticristiano?
Pensemos
por un momento en lo que
sucedería si hiciesen esto con el Corán.
Imaginemos las consecuencias que
habría, considerando que unas cien personas han
muerto como consecuencia de las
viñetas acerca de Mahoma. O pensemos qué
pasaría si National Geographic
hiciese una campaña desacreditando las
creencias de los nativos americanos. Es solo en el
caso del cristianismo que
hay una campaña continua para intentar minar
sus fundamentos con toda
impunidad, y, para añadir al agravio, justo
antes de este tiempo santo de la
Pascua. ¿Por qué esta asimetría
en la pretendida corrección política?
Pero
como los cristianos somos
llamados al perdón, dejemos de lado estos
sentimientos por ahora, y tratemos
acerca del nuevo documento. El «Evangelio de
Judas» es meramente uno de tantos
escritos apócrifos, falsos, del segundo y
tercer siglo. Esto en realidad no
constituye ninguna noticia. Aunque no se ha conseguido
una copia de éste hasta
ahora, hay otros bien conocidos desde la
antigüedad, o, desde 1945, la
colección de textos gnósticos que se
descubrió en Nag Hammadi, Egipto, en
1945. Los estudiosos los han leído,
analizado y situado en su contexto. Lo
mismo que en el caso de cualquier manuscrito
largamente perdido, el «Evangelio
de Judas» tiene interés histórico
y digno de un análisis. Los científicos
que
dataron y tradujeron este documento hicieron un
trabajo ejemplar. Los textos
antiguos, tanto si son fiables como si no lo son,
pueden arrojar luz sobre el
período en que fueron escritos, y acerca de las
creencias de ciertas sectas de la época.
Que su contenido
tenga validez histórica es una cuestión
distinta. Comparemos, por ejemplo, el
caso de los Rollos del Mar Muerto. Son de un valor
inmenso para los
historiadores y para la crítica textual de los
manuscritos del Antiguo
Testamento, pero que las enseñanzas de la
comunidad de Qumrán reflejase el
judaísmo de forma ajustada es una
cuestión distinta. Los eruditos debaten si se
trataba de los esenios acerca de los que
escribió Josefo, y cuál era la
relación
de ellos con la clase sacerdotal de los creyentes
judíos en Jerusalén, o con la
Diáspora o con otras sectas judías. El
contraste entre el verdadero
cristianismo y el gnosticismo es mucho más
acusado. Es cierto que había
iglesias separadas y diversas sectas, pero los
cristianos y los judíos tienen
una norma: las Escrituras. El canon del Nuevo
Testamento (canon procede de una
palabra que significa vara de medir) es para
el cristianismo lo que el canon del Antiguo Testamento
era para el judaísmo:
una regla, una guía, un cuerpo fiable de
escritos inspirados que distingue la
verdadera fe de la falsa. El
gnosticismo no es cristianismo, y el cristianismo no
es gnosticismo: sus
doctrinas son diametralmente opuestas. No necesitamos
escritos falsos para
saber qué es el cristianismo. Tenemos la
evidencia justo delante de nosotros:
los escritos primitivos, fiables y creíbles de
los verdaderos apóstoles y de
sus colaboradores, y las palabras y hechos del mismo
Jesús registradas por
testigos oculares. Incluso los incrédulos
deberían reconocer que la información
se debería recoger de las mejores fuentes
disponibles, no de escritos tardíos
de dudosa autenticidad y usados por sectas
heréticas. (Que estas sectas se considerasen
a sí mismas como heréticas
es cosa totalmente irrelevante; si uno se siente de dos metros de altura pero la cinta de
medir da solo un metro, tal
persona es víctima de un autoengaño.)
Los
escritos canónicos del Nuevo
Testamento pertenecen todos al primer siglo, y algunos
a solo unas pocas décadas,
o a menos de una década, de los acontecimientos
que se describen. Esto está
extensamente reconocido por historiadores
prestigiosos, tanto seculares como
cristianos. Hay una abundancia abrumadora de
manuscritos de estos textos: miles
de ellos, por no mencionar las traducciones y las
citas que se encuentran en
los escritos de los primitivos padres de la iglesia.
Mucho
antes que el presente canon del Nuevo Testamento
quedase «oficializado» en los
tiempos del Emperador Constantino, y mucho antes que
existiese una autoridad
eclesiástica centralizada, los cristianos
primitivos compartían un amplio
consenso acerca de qué textos eran
auténticos y estaban inspirados. Los que
fueron escritos por los apóstoles originales o
por colaboradores estrechamente
asociados con ellos (como Marcos y Lucas), incluyendo
las epístolas de Pablo,
fueron aceptados por los cristianos en todo el Imperio
Romano. Hubo unos pocos
que no tuvieron una aceptación totalmente
general; documentos como 2ª de Pedro
y Apocalipsis habían sido aceptados por unos y
no por otros; pero esto pudo
deberse a su disponibilidad. Por otra parte, algunos
documentos como la Didajé
y el Pastor de Hermas gozaron de gran popularidad por
un tiempo, pero o bien no
se les consideraba inspirados a la par con los
escritos apostólicos, o llegaron
a perder aceptación — y ello de nuevo no por
decreto oficial, sino por
consenso. Antes que existiese una iglesia
Católica con autoridad centralizada,
los concilios de la iglesia codificaron posteriormente
cuál era el canon ya aceptado
del Nuevo Testamento. En los concilios hubo un cierto
debate acerca de los
pocos libros que gozaban de una amplia pero no
universal aceptación; los
debates concluyeron con una enérgica
afirmación de los actuales 27 libros (una
lista casi idéntica a las de algunos padres
apostólicos de época muy anterior).
El surgimiento del canon del Nuevo Testamento es un
tema fascinante, pero no se
puede tratar aquí de forma detallada. La
cuestión central es que el canon del
Nuevo Testamento no fue un decreto arbitrario de una
jerarquía que intentase
suprimir puntos de vista minoritarios dentro de una
iglesia, sino una
afirmación y formalización de las
creencias de los cristianos en todo el
Imperio acerca de lo que constituía la
Escritura — la palabra de Dios.
En
este contexto apareció una cantidad de
documentos tardíos que (1) se sabía que
procedían de sectas gnósticas u otras
sectas heréticas, o (2) se atribuían
falsamente a apóstoles o a otros
personajes del primer siglo. Estos se conocen como pseudoepígrafos, esto es,
epígrafos falsamente atribuidos —escritos
espúreos. El «Evangelio de Judas»
es ambas cosas, un escrito gnóstico
falsamente atribuido al apóstol traidor. Como
escribió Collin Hansen en Christianity
Today (un buen artículo), el
«Evangelio de Judas» no es ningún
evangelio, y
no fue escrito por Judas. Desde luego,
«cambiaría las cosas, si fuese
genuino».
Pero no lo es. Es un documento falso, escrito por una
secta herética. ¿A qué se
debe toda la atención mediática?
No
debería sorprender la existencia de
documentos competidores del Nuevo Testamento.
Consideremos las burdas
imitaciones que siguen a cualquier película o
libro de éxito en la
actualidad. Al
extenderse el cristianismo, también se
extendieron los motivos para competir
con él o corromperlo con otras tradiciones
religiosas. Ya vemos estas
tendencias en marcha en el Libro de los Hechos (p.
ej., veamos la advertencia
de Pablo a los ancianos de Éfeso, Hechos
20). Había los judaizantes que
intentaban manipular el cristianismo
hacia el legalismo, y las religiones de misterio
romanas que querían
arrastrarlo hacia la sabiduría
hermética, y filósofos que
querían refundirlo
con la filosofía griega. Jesús mismo, y
Pablo, Pedro y Judas Tadeo advirtieron
todos ellos contra los falsos maestros que
surgirían pronto y extraviarían a
muchos. Ya en tiempos de Pablo había
insinuaciones de las sectas gnósticas que
tuvo que confrontar la iglesia primitiva (cp. las
advertencias en la epístola
de Pablo a los Colosenses, y la primera
epístola de Juan). A lo largo de la
historia ha habido desviaciones y sectas que se han
apartado del camino. Los
verdaderos creyentes siempre han atendido a los firmes
mandamientos bíblicos de
guardarse contra los falsos maestros y
engañadores que contaminan la palabra de
Dios con falsedades que surgen de las imaginaciones de
sus propios corazones.
La
comparación de las enseñanzas
gnósticas
con el núcleo de la doctrina del Nuevo
Testamento muestra las diferencias con
toda claridad. El Nuevo Testamento presenta una
sobresaliente coherencia de
doctrina, aunque fue escrito por hombres procedentes
de trasfondos diferentes
(pescadores, eruditos judíos, un médico,
un recaudador de impuestos, y más),
mientras que el «Evangelio de Judas» es
una polémica gnóstica evidente
disfrazada de narración histórica. Es
uno de los muchos falsos «evangelios» que
surgieron en los siglos segundo y tercero.
Naturalmente, un escrito fraudulento
podría conseguir más difusión si
se podía hacer pasar como escrito por
María,
Judas, Pedro, Tomás, Bernabé u otros
(actualmente) famosos personajes. (Este
fraude en particular fue puesto en circulación
por los cainitas,
una secta
gnóstica dedicada a ensalzar a los malvados de
la Biblia.) Ninguno de estos
escritos espúreos tuvo la amplia
aceptación de los textos del Nuevo Testamento,
y muchos de ellos fueron abiertamente denunciados como
heréticos por ancianos locales
y por escritores cristianos. Es fácil ver por
qué: contenían ideas
disparatadas, o doctrinas que contradecían
claramente a las Escrituras. El
«Evangelio de Judas» cae dentro de esta
categoría. Quizá algunas copias fueron
destruidas, pero lo más probable es que no
fuese copiado ampliamente porque se
sabía que era fraudulento. La copia descubierta
es de alrededor del 300 d.C.
Ireneo sabía de este «evangelio» en
el 180 y lo condenó en su obra Contra
Herejías (observemos que esta
condena tuvo lugar mucho antes de la existencia de
ninguna iglesia centralizada
o de concilios oficiales), aunque se desconoce su
fecha original de redacción.
Ningún académico bien documentado cree
que tenga ninguna relación real con
Judas. Aunque todos los nuevos hallazgos
arqueológicos son interesantes y
dignos de estudio, un libro como el «Evangelio
de Judas», una traducción de una
obra anterior, de dudosa antigüedad y
fraudulenta, no debería ponerse a la par
con los manuscritos del Nuevo Testamento, fiables y
verificados.
Por
estas
razones, ¿no es cosa extraña que los
medios de comunicación se dediquen a
difundir teorías conspiratorias de que la
iglesia primitiva intentó encubrir
estos textos? Solo es necesario leer el Nuevo
Testamento, especialmente las
fuentes aceptadas como más primitivas y
genuinas por parte de todos los
historiadores de prestigio, y las diferencias quedan
claras. ¿Qué tiene que ver
la paja con el oro? Sin embargo, National
Geographic y otros medios de comunicación
parecen fuera de sí en su intento
de arrojar dudas sobre las enseñanzas de
Jesús. Esto no es erudición; esto es
activismo sectario.
Ilustremos
esto con un caso hipotético
moderno. Supongamos que Tom Clancy escribiese una
biografía secreta de George
Washington y la atribuyese falsamente a Benedict
Arnold, el contemporáneo de
George Washington que lo traicionó
pasándose a los ingleses. (Supongamos que
Clancy
puede mantener su anonimato de alguna forma.) Unas
cuantas copias circulan pero
los eruditos rechazan la obra como fraude indigno de
ninguna consideración
seria. El libro es un fracaso; se venden pocas
copias, pero llega a ser
bien conocido a causa de reseñas
bibliográficas, mayormente negativas. Pasan
mil años, y algún arqueólogo
encuentra una traducción alemana del libro de
Clancy.
Durante todo este largo período de tiempo, los
historiadores han poseído
abudantes fuentes primarias y biografías
acreditadas de George Washington. Y
han oído acerca del libro de Clancy solo por
reseñas que lo denunciaban. Ahora
aparece la versión alemana, y es traducida. La
datación radiocarbónica la sitúa
a unos 200 años después de la vida de
Washington. Los eruditos leen las
palabras del ahora olvidado Tom Clancy
haciéndose pasar por Benedict Arnold, el
confidente de Washington transformado en traidor, con
las que cuenta nuevos
secretos acerca del padre de los Estados Unidos. Entre
otras revelaciones
sorprendentes, «Arnold» manifiesta que
solo se pasó a los ingleses porque
Washington se lo pidió.
¿Tendría
sentido dar a un libro así un
peso igual o mayor que a biografías acreditadas
que se remontan a la época del
mismo Washington? Naturalmente que no. Algo así
causaría sonrojo hasta al National
Geographic.
Entonces, ¿a qué
viene toda la orquestación del «Evangelio
de Judas»
y de otros escritos
fraudulentos que fueron conocidos y rechazados por los
herederos de los
verdaderos apóstoles, que conocieron y
refutaron a las sectas
heréticas que
hacían circular estas enseñanzas?
¿Qué
sucedería si se descubriesen nuevos
escritos de dirigentes de sectas aberrantes como David
Koresh o de Jim
Jones?
Probablemente, captarían el interés de
algunos
historiadores, que se
beneficiarán de aprender detalles acerca de las
creencias que
llevaron a los
adeptos de estas sectas a actuar como actuaron. Pero
para los
cristianos es más provechoso centrarse en las
verdaderas
Escrituras que dedicar un tiempo excesivo en estas
cuestiones. La luz
es más satisfactoria que las tinieblas.
Si el National
Geographic, el New York Times y
la prensa popular tienen
una guerra contra los cristianos, y si mantienen un
programa político y social
abiertamente contrario a los principios del Nuevo
Testamento, que lo digan; es
su derecho en una sociedad abierta (siempre que para
ello no reciban fondos
públicos). Pero en todo caso, más les
valdría encarar bien los datos y seguir la
evidencia en lugar de dejarse llevar por sus deseos a
falsas conclusiones.
Enlaces:
Gnosticismo • El
Canon
Descubrimiento del
«pezópodo» — un
«eslabón perdido»—: Los medios
se desmelenan
06/04/2006
Fuente:
Creation·Evolution Headlines
© 2000 Creation Safaris -
http://www.creationsafaris.com/
Traducción y adaptación: Santiago Escuain
— © SEDIN 2006 - http://www.sedin.org/
Los evolucionistas
parecen muy aliviados. Precisamente
cuando el sentimiento antievolucionista está en
ascenso, se
anuncia un nuevo fósil que da a los
proevolucionistas un
eslabón perdido que colgar de la caña de
pescar. Neil
Shubin (Universidad de Chicago) y dos socios han
descubierto un
fósil de un «pez tetrapoide» en una
isla del
Canadá, y que ayuda a cubrir una de las
más
enigmáticas transiciones en el registro
fósil: la
evolución de un pez a un animal terrestre.
Por el entusiasmo de los medios de
comunicación
acerca de este hallazgo, que algunos evolucionistas
están
poniendo al par del Archaeopteryx
en importancia, se ha acabado la discusión, y
el evolucionismo
gana. Los creacionistas se han estado quejando de las
discontinuidades
en el registro fósil, y ahí tenemos
—dicen ellos— un
ejemplo perfecto de una forma de transición.
Aquí citamos
algunas de las afirmaciones que se vierten acerca del
Tiktaalik roseae, un nuevo icono de la
evolución (los énfasis que aparecen en
todas las citas son nuestros):
- EurekAlert:
un «marcador clave en la transición
evolutiva de peces a animales con
extremidades».
- News@Nature:
este es «el pez
que se arrastró fuera del agua»
– un verdadero “eslabón perdido” que
«ayuda a cubrir
un vacío en nuestro entendimiento de
cómo los
peces desarrollaron patas para su movilidad
sobre la tierra, antes de evolucionar finalmente a animales modernos
incluyendo a la humanidad».
- BBC
News:
«Los animales fósiles descubiertos en el
ártico canadiense proporcionan una instantánea de
peces evolucionando a animales terrestres ...
lo que da a los investigadores un fascinante atisbo de esta etapa
clave en la evolución de la vida sobre la
Tierra» ... Podría «llegar
a ser un “icono de la
evolución” del calibre del Archaeopteryx
– animal que se cree que marca la transición de
reptiles a aves».
- Scientific
American: «Fósil de Terranova
resulta Transicional
entre Peces y Animales Terrestres».
- New
Scientist: «ESTE FUE uno de los acontecimientos
más importantes de los últimos
400 millones de años: el momento en que
nuestros antepasados
los peces comenzaron a arrastrarse sobre la
tierra seca. Ahora se ha encontrado un
fósil perteneciente al mismo comienzo de aquella crítica
transición en el remoto
Ártico».
Neil Shubin lo llama «un “pecépodo”: en
parte pez, en parte tetrápodo».
- AP, vía MSNBC:
«Unos científicos han atrapado un pez
fósil en el acto de adaptarse hacia la vida
en la tierra,
descubrimiento éste que arroja una nueva luz
sobre una de las
más grandes transformaciones en la historia de
los animales. Los
investigadores han
sabido por mucho tiempo que los peces evolucionaron
hasta producir las primeras criaturas sobre la tierra
con cuatro patas
y con columna vertebral hace más de 365
millones de años,
pero tenían
bien poca evidencia fósil para documentar
cómo había sucedido. ... “Viene a borrar
la
distinción entre los peces y los animales
terrestres”, dijo uno
de sus descubridores, el paleontólogo Neil
Shubin of the
University of Chicago».
- National
Geographic: «Es nuestro primo
pez más cercano, dicen los
científicos. Parece que hace milliones de
años levantó su cabeza
cocodriloide fuera del agua—y el resto es historia».
- LiveScience:
«Una Bestezuela Entre Pez y Terrestre Cubre
el Vacío Evolutivo».
La impresión que uno recibe con claridad es que
consideran que
se trata de un fósil importante. Ahora que ha
pasado el desfile,
quizá será un buen momento para examinar
los
artículos científicos originales y ver
exactamente
qué es lo que se ha dicho. Ha alcanzado la
portada de la revista Nature,
y en su interior había dos artículos del
equipo de
Shubin, junto con una reseña de Jennifer Clack,
una
investigadora pionera en los orígenes de los
tetrápodos.
En los artículos de revistas académicas,
donde los
científicos hablan entre sí, se espera de
ellos que sean
más formales, más reservados y más
cautos acerca
de las interpretaciones. Veamos.
La investigación fue presentada
primero a Nature
en octubre, pero fue publicada hoy. Que los medios de
comunicación de masas estuviesen bien preparados,
incluyendo
elaboradas ilustraciones gráficas, entrevistas y
frases
contundentes es evidencia de que muy probablemente hubo
comunicaciones
con suficiente plazo para causar sensación
pública.
Aunque está claro que los autores creen
que se trata de una forma de transición
evolutiva, las
declaraciones más interesantes que aparecen en
los
artículos de revistas científicas son por
lo general las
acotaciones y los condicionantes. Sobre todo, los datos
de de
observación deben siempre tener precedencia sobre
las
interpretaciones.
En el primer artículo de Daeschler, Shubin y
Jenkins, 1 comienzan así: «La relación de
los vertebrados con extremidades (tetrápodos) con
el pez con aletas lobuladas (sarcopterigios) está
bien establecida,
pero el origen de los
principales rasgos tetrápodos ha permanecido
oscuro debido a la ausencia de fósiles
que documenten la secuencia de cambios
evolutivos». Esto suena extraño. Suena a
algo como, Sabemos
que es verdad, sencillamente nos falta la evidencia.
Informamos aquí
del
descubrimiento de una especie bien preservada de un
pez sarcopterigio
fósil del Devónico Superior del
Ártico canadiense que representa una forma intermedia entre
los peces con aletas y los tetrápodos con
extremidades,
y que proporciona unos singulares atisbos acerca de
cómo y en
qué orden surgieron unos importantes rasgos
de los
tetrápodos. Aunque las escamas sobre el
cuerpo, los rayos de las
aletas, la mandíbula y el paladar son
comparables a los de los
sarcopterigios más primitivos, la nueva
especie tiene
también una bóveda craneana acortada,
una región
auditiva modificada, un cuello móvil, una
articulación
funcional de la muñeca, y otros rasgos que presagian
condiciones tetrápodas. Las características
morfológicas y el marco
geológico de este nuevo animal
sugieren una vida en un hábitat de aguas
someras, marginales y subaéreas.
Hasta ahora suena como la prensa popular; pasemos ahora
a los detalles.
Admiten ellos que «la evolución de los
tetrápodos a
partir de los peces sarcopterigios es una de las
más principales
transformaciones en la historia de la vida e involucró numerosas
innovaciones estructurales y funcionales,
incluyendo nuevos
modos de locomoción, respiración y
sentido del oído».
En otras palabras, que tuvieron que darse muchos cambios
sustanciales a
la vez en un animal para que pasase de respirar mediante
branquias a la
respiración pulmonar, y a desarrollar patas que
pudieran
sustentar el peso, desarrollando dedos y tobillos y
extremidades y
aprender a usar todo esto, y mucho más:
Durante el origen de los tetrápodos en el
Devónico superior (385 – 359), las proporciones del cráneo
quedaron remodeladas
[sic;
aquí se implica un diseño
inteligente], se perdió la
serie de huesos conectando la cabeza con el hombro,
y se
modificó la
región que iba a convertirse en el
oído medio [sic; implicación
de progreso]. A la vez, evolucionaron unas robustas
extremidades con
dedos,
se alteraron el cinturón escapular y el
pélvico, se
expandieron las costillas, y se desarrollaron las
conexiones
óseas entre las vértebras.
Dicen que pocas de estas innovaciones se ven en los
parientes más cercanos de los tetrápodos.
Hacen referencia al Panderichthys, Acanthostega
and Ichthyostega, que se han tratado en otros
lugares (véase en los siguientes enlaces: 04/05/2004
y 08/09/2003,
«La evolución del pez de Darwin».).
Pero es
sorprendente que los desechan como fragmentarios y de
dudosa utilidad.
Esto incluye el anterior candidato principal:
El Panderichthys posee relativamente solo unas
pocas sinapomorfías tetrápodas [rasgos
convergentes], y proporciona solo unas indicaciones
parciales acerca del origen de rasgos principales
del cráneo, de las extremidades y del
esqueleto axual de los tetrápodos primitivos.
A la vista del vacío
morfológico entre los peces
elpistostegas y los tetrápodos, el marco
filogenético para el grupo hermano
inmediato de los tetrápodos ha permanecido incompleto
y nuestra comprensión de las principales
transformaciones
anatómicas en la transición de pez a
tetrápodo ha
permanecido limitada.
El descrédito que se arroja sobre los anteriores
candidatos a eslabones perdidos es el
preludio para la presentación del nuevo
fósil, que
«potencia de forma significativa nuestro
conocimiento de la
transición de pez a tetrápodo».
(Esto
debería tomarse con un grano de sal, al
considerar las
pretensiones similares que se hicieron anteriormente
acerca del Panderichthys.) Luego, siguiendo
adelante, colocan a Tiktaalik en algún
lugar entre el Panderichthys
y los tetrápodos. El artículo proporciona
los datos de
ritual para una nueva especie: el lugar de
descubrimiento, la
taxonomía, la nomenclatura, la descripción
del
fósil, fotografías, dibujos, etc. La
cabeza estaba
singularmente bien preservada, y se encontraron tres
especímenes. Pero la designación y
clasificación
de una especie extinta da a los descubridores una cierta
flexibilidad
para situarla en el supuesto marco evolutivo.
Sigue una descripción
técnica de las
partes. En comparación con los fósiles
conocidos antes, Tiktaalik
tiene un esto mayor y un aquello más
pequeño, etc. Las
comparaciones de cráneos dispuestos juntos no
parecen tan
informativas, especialmente cuando están ausentes
los tejidos
blandos y no hay videos de cómo realmente
vivía este ser.
Se tiene que considerar, a modo de ejemplo, que durante
mucho tiempo se
consideró al Celacanto
como una forma de transición debido a sus aletas
óseas,
pero cuando fue descubierto vivo se constató que
no las empleaba
para andar ni para erguirse en manera alguna.
Sin partes blandas como branquias y
órganos, y sin
ejemplos vivos, la interpretación de las partes
óseas es,
en el mejor de los casos, un ejercicio subjetivo de
conjeturas.
Finalmente, pasan a la posición
filogenética del Tiktaalik.
¿Qué rasgos los llevan a decidir que estos
especímenes son formas de transición?
Un análisis filogenético de los peces
sarcopterigios y de los tetrápodos primitivos
(Fig. 7) respalda
la hipótesis
de que el Tiktaalik es el grupo hermano de los
tetrápodos o que comparte esta
posición con el Elpistostega. El Tiktaalik
retiene rasgos
primitivos tetrapodomorfos como la cubierta de escamas
dorsal, aletas
apareadas con radios óseos, una mandíbula
generalizada [sic], y entopterigoides separados en
el paladar,
pero poseen también diversos rasgos derivados
[sic] del cráneo, del cinturón
pectoral y aletas, y de
las costillas, que comparten con tetrapodos
troncales como el Acanthostega y el Ichthyostega.
El Tiktaalik es semejante a estas formas en
su posesión de un amplio tracto espiracular y en la pérdida del
opercular, subopercular y extraescapulares.
El cinturón pectoral es derivado [sic]
en el grado en que el escapulocoracoide está
expandido en
sentido dorsal y ventral, y en el grado en el que la
fosa glenoide está orientada lateralmente. La aleta
pectoral es apomorfa
[es decir, derivada, más desarrollada] en el
desarrollo del
endoesqueleto distal, la movilidad de las
regiones segmentadas de la aleta, y la reducción distal
de los radios óseos de la aleta.
En resumen, creen que Panderichthys, Elpistostega
y Tiktaalik
representan un conjunto «parafilético
[parcialmente
evolucionado] de peces espistostegelianos siguiendo el
tronco
tetrápodo carente de las aletas dorsales
anteriores y que posee
cráneos amplios y comprimidos en sentido
dorsoventral con ojos
situados dorsalmente, huesos frontales apareados,
orificios nasales
marginales, y una boca subterminal». Sin embargo,
« algunos rasgos
tetrápodos evolucionaron de forma independiente
en otros grupos sarcopterigios»,
a la vez que otros dos fósiles parecen exhibir
rasgos
compartidos con tetrápodos basales debido a
evolución
convergente (homoplasia).
Esto es fundamentalmente lo que se difunde
en el anuncio primordial. Su segundo artículo 2
trata de la aleta pectoral del Tiktaalik,
que según ellos es «transicional tanto en
lo
morfológico como en lo funcional entre una aleta
y una
extremidad [de un tetrápodo]». Creen que
las aletas
frontales permitían a este ser izarse y arrastrar
la cola
detrás de él. Pero la
«muñeca»
carecía de los cinco dígitos (dedos), y
representa un
«mosaico» de rasgos que se encuentran en
grupos de
clasificación más «basales».
Aunque los
huesos adicionales de la «muñeca»
extendidos
distalmente son nuevos rasgos de este fósil, la
presencia de
cinco dígitos se infiere en su diagrama mediante
líneas
de puntos. Al no existir representantes vivos, tampoco
pueden decir de
cierto qué uso tenían los huesos de la
aleta.
A la vez que admiten que la transición desde el
agua a la tierra exigiría « cambios fundamentales en la
genética del desarrollo, la estructura
esqueletal y la biomecánica»,
el aspecto más diagnóstico de la aleta es
el
ángulo del pretendido homólogo de la
«muñeca», aunque no hay evidencia de
que
evolucionasen posteriormente ningunos verdaderos
dígitos para
locomoción en base a los huesos de la aleta de
este animal. Pero
basados en que hubiera
podido ser así, los periodistas estaban
probablemente más abiertos a esta confiada
conclusión:
El esqueleto pectoral del Tiktaalik es
transicional entre la aleta del pez y la
extremidad del tetrápodo.
La comparación de la aleta con las de peces
relacionados revela
que el manus [la mano] no constituye una novedad
absoluta de los
tetrápodos, sino que fue
desarrollándose en los peces en el curso
del tiempo evolutivo para afrontar los
diversos retos de la vida en los márgenes de
los ecosistemas acuáticos del
Devónico.
Ahora bien, ¿qué piensan otros expertos?
En este mismo número, 3
Erik Ahlberg y Jennifer
Clack publican su análisis. No se sabe si Clack,
que ha estado
al frente de las investigaciones acerca de la
evolución de los
tetrápodos, quedó superada por este
descubrimiento, o si
estuvieron involucrados algunos sentimientos personales
o alguna
rivalidad. Sin embargo, en compañía de
Ahlberg, puso un
cierto freno a las interpretaciones, aunque reconoce la
importancia del
hallazgo. Primero, da un pequeño sermón
acerca de los
eslabones perdidos:
El concepto de
«eslabones perdidos» tiene un
poderoso atractivo
sobre la imaginación: los
infrecuentes fósiles de transición que
aparentemente
capturan los orígenes
de importantes grupos de organismos son singularmente
evocadores. Pero este concepto ha llegado a quedar cargado
con nociones infundadas de “progreso” evolutivo
y con un énfasis
erróneo sobre el fósil intermedio
solitario como la clave para la
comprensión
de las transiciones evolutivas. Mucha de la
importancia de los
fósiles de transición reside en
realidad en cómo
se parecen y difieren de sus vecinos más
cercanos en el
árbol filogenético, y en la imagen de
cambio que emerge
de este patrón.
Suscitamos estas cuestiones debido
a que en las páginas 757 y 764 de este
número aparecen informes precisamente
de un intermedio de
esta clase: el Tiktaalik roseae, un
eslabón entre los peces y los vertebrados
terrestres que pudiera
llegar a ser, con el tiempo, un icono de la
evolución en la línea de la
protoave [sic] Archaeopteryx.
Aunque este fósil ayuda «en mucho» a
cubrir el
vacío, no lo logra del todo, dicen ellos. Su
paralelo más
cercano es el Elpistostega, un fósil
fragmentario que se cree que está más
cerca de los tetrápodos que el Panderichthys.
Admiten que «los autores demuestran de forma
convincente que el Elpistostege y el Tiktaalik
quedan entre el Panderichthys
y los más tempranos tetrápodos en el
árbol
filogenético». ¿Es esto el final de
la historia?
Aunque parecen impresionados, suscitan
algunos interrogantes. Sobre los huesos de las aletas,
dicen:
Aunque estos pequeños
huesos distales tienen un cierto parecido
con los dígitos de los tetrápodos en
términos de su función y alcance de
movimiento, siguen siendo en gran manera los componentes de una aleta.
Y sigue habiendo
un gran vacío morfológico entre
ellos y los dígitos tal como
aparecen, por ejemplo, en el Acanthostega:
si los dígitos evolucionaron a partir de
estos huesos distales, el proceso tuvo que haber
involucrado una
considerable modificación del patrón
de desarrollo. La implicación es que
la función
cambió por adelantado de la
morfología.
Aunque cada fósil parece representar un mosaico
de
características en lugar de una línea
recta evolutiva,
ambos están dispuestos a aceptar que este ser era
« evidentemente
un paso real en
el camino que
va del agua a la tierra», y que «parece que
nuestros remotos
antepasados [sic] fueron unos peces grandes,
planos, predadores, con cabezas cocodriloides y unas
fuertes aletas
pectorales como
extremidades
que les posibilitaban arrastrarse fuera del agua».
Sin embargo,
este es solo un espécimen, y se necesitan muchos
más.
Este ser tiene que verse en su contexto. Quizá
las formas de
transición más importantes se encuentren
en el futuro:
Naturalmente, siguen
habiendo vacíos fundamentales en el
registro fósil. En particular casi no tenemos ninguna
información acerca del paso entre el Tiktaalik
y los más primitivos tetrápodos,
cuando la anatomía
sufrió
los cambios más drásticos, o acerca
de lo
que sucedió en el siguiente período
Carbonífero
Inferior, después del fin del
Devónico, cuando los
tetrápodos se convirtieron en totalmente
terrestres. Pero
sigue habiendo grandes áreas de
depósitos inexplorados
del Devónico Superior y del
Carboníferio Inferior en el
mundo – el descubrimiento del Tiktaalik da esperanza
de hallazgos venideros de igual trascendencia.
1Daeschler et al., “A Devonian
tetrapod-like fish and the evolution of the tetrapod
body plan,”
Nature
440, 757-763 (6 April 2006) | doi:10.1038/nature04639;
Received 11 October 2005; ; Accepted 8 February 2006.
2Shubin et al., “The pectoral fin
of Tiktaalik roseae and the origin of the
tetrapod limb,”
Nature
440, 764-771 (6 April 2006) | doi:10.1038/nature04637;
Received 11 October 2005; ; Accepted 8 February 2006.
3Per Erik Ahlberg and Jennifer A. Clack,
“Palaeontology: A firm step from water to land,”
Nature
440, 747-749 (6 April 2006) | doi:10.1038/440747a.
Los
principales medios de
comunicación no han dado todos estos
detalles. No se lee acerca
de los descubridores acotando sus apuestas y
admitiendo que este
fósil es solo una pequeña pieza de un
enorme rompecabezas
que en su mayor parte sigue sin ser comprendido. No
se ha oído a
la AP (Asociación de Propagandistas) decir la
verdad de que el
registro fósil está caracterizado por
unos vacíos
grandes y sistemáticos entre los grupos, no
por formas de
transición aisladas y cuestionables. No, se
tiene bombo y
platillo y exageraciones desorbitadas, donde los
verdaderos huesos eran
solo un medio para el gran fin de hacer que la tesis
darwinista no
parezca tan difunta como está. Y en todo
esto, la
explicación del origen de toda la
información
genética necesaria para una transición
como está
queda totalmente arrinconada; y, naturalmente, no se
ha permitido ni un
solo paleontólogo creíble no
darwinista diga una sola
palabra en medio de todo el fragor de la propaganda
darwinista. Si el
lector se indignó en la otra ocasión
(04/05/2004),
es hora de volver a indignarse – y por las mismas
razones.
Escribe un lector: «Queridos
redactores... El
artículo del 6 de abril de 2006 acerca del
«Pezópodo» descubierto en
Canadá es una gran
noticia. ... Ahora sabemos de donde vinieron todos
los peces gato, los bagres
caminantes de los lagos de Orlando, Florida. ...
Estos se precipitan
literalmente por la autopista interestatal, ¡y
los atropellan los
autos! Los PEZÓPODOS no son nada nuevo,
¡los hemos estado
aplastando desde hace años!»
Enlaces en
inglés: Fossils
• Marine
Life • Terrestrial
Zoology • Evolution
Fuente: Creation
Safaris - Creation/Evolution Headlines
© Creation Safaris, 2000
Traducción del inglés:
Santiago Escuain
© SEDIN 2006, Publicado con permiso.
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