Porciones para Peregrinos
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Semanas
Introducción y Prefacio 29—La todosuficiencia de Cristo 39—Nuestras necesidades y 44—Aliento para los peregrinos 51—La luz celestial |
¡Oh, humildad, cuán poco conocida, Que encuentras la gracia que al Hijo dio! ¡Que esperas, para servirle como Suyo,
Hasta que la gracia coronará lo que la gracia
empezó!
La soberbia es el mayor de todos los males que nos acecha, y de todos nuestros enemigos es el que más tarda en morir y el más tenaz. … Dios aborrece la soberbia por encima de todo, porque da al hombre el puesto que le pertenece a Él que es de lo alto, exaltado sobre todo. La soberbia intercepta la comunión con Dios y atrae Su castigo, porque «Dios resiste a los soberbios».
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«Atravesando el valle de lágrimas lo cambiarán en lugar de fuentes.» El valle de lágrimas, o valle de Baca, es un lugar de tristeza y humillación, pero también de bendición. … Para algunos de nosotros este valle puede ser la pérdida de lo que está más cerca de nuestros corazones, o el doblegamiento de la voluntad—algo que nos humillará; pero es un lugar de bendición. Recibimos más beneficio de las cosas penosas que de las agradables. … El beneficio y la bendición proceden de aquello que nos ha dolido, humillado, vaciado del yo.
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El más bajo y humilde será el más bendecido.
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A menudo el alma, al buscar el gozo, no puede hallarlo; esto no la purificaría y bendeciría: y para bendecir, Dios tiene que purificar. Cuando somos vaciados del yo y buscamos a Dios encontramos el gozo.
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¿Olvidaré jamás la humillación de Cristo? … ¡Nunca, nunca jamás, por toda la eternidad! Nunca olvidaré Su humillación en la tierra. En tanto que verlo glorificado alienta al alma a correr tras Él, lo que alimenta el alma es el pan que descendió del cielo. Esto produce un espíritu que piensa en todo menos en él mismo. … Ve y apréndelo, y vive por Él, y saldrás a Su semejanza, en toda Su gracia, bondad y encanto. … Que el Señor nos dé el estar tan ocupados con Él que estaba tan lleno de amor … tan lleno de humildad, que nosotros manifestemos esto mismo.
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La verdadera humildad no consiste tanto en pensar mal de nosotros mismos como en no pensar en absoluto en nosotros mismos. Soy demasiado malo para que valga la pena pensar en mí mismo. Lo que me es necesario es olvidarme de mí mismo y contemplar a Dios, que es digno de todos mis pensamientos.
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La única verdadera humildad, fuerza y bendición es olvidarse del yo en la presencia y bienaventuranza de Dios.
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Que puedas estar tan quebrantado en ti mismo que puedas encontrar a Aquel que nunca se desmorona.
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No sabemos cómo ser débiles, esta es nuestra debilidad.
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El espíritu humilde no piensa tanto—recibe los pensamientos de Dios.
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«Haya en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús» (RV). ¿Cuál fue la manera de pensar que hubo en Jesús? Fue siempre descendiendo. … Cuanto más se humilló, tanto más fue pisoteado. … Él desciende. … hasta que no puede descender más, hasta el polvo de la muerte. … ¿Te contentas con hacer esto? ¿Te contentas con tener la manera de pensar que hubo en Cristo Jesús, te contentas con ser siempre pisoteado?
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Que el Señor esté contigo
y te mantenga cerca de Sí mismo, humilde y
sirviendo, pero teniendo más de Él que lo que gastas
en el servicio. Porciones para Peregrinos - Citas de J. N. Darby // Selección de H. G. Título original: Pilgrim Portions - Meditations for the Day of Rest - Selected from the
Writings, Hymns, Letters, etc., of J. N. Darby SEDIN-Servicio Evangélico
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