Porciones
para
Peregrinos
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Semanas
Introducción y Prefacio 29—La todosuficiencia de Cristo 39—Nuestras necesidades y 44—Aliento para los peregrinos 51—La luz celestial |
¡Padre! Tu nombre nuestras almas quieren bendecir Como hijos por la gracia enseñados; Nuestros corazones en justicia levanta, Y en gozo delante de tu faz. Dulce es la confianza que Tú das, Aunque mucho supera nuestra alabanza, Nuestros corazones acuden adonde moras Tú En
los
rayos
sin nubes del celeste hogar.
La comunión con Dios da siempre confianza en Su poder.
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¿Conocemos la presencia de Dios como el hogar práctico de nuestros corazones? ¡Oh, qué gozo hay en esto! De una cosa podemos tener toda certeza: acudiendo a Él en el nombre de Jesús, encontraremos que esta presencia es el verdadero, bendito y seguro hogar de nuestros corazones.
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No debemos fatigarnos en bien hacer; a su debido tiempo segaremos «si no desmayamos» … El principio de Mateo 20 es, «Os daré lo que sea justo», y así el obrero fue, y obró y confió. Confiar en Cristo es una gran cosa. tendré bien poco que mostrar por mi trabajo: en ocasiones lo siento así … Pero … si tan solo tengo Su aprobación, ¡qué satisfacción tendré!
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Lo que el diablo hizo fue deshacer nuestra confianza en Dios; lo que Jesús hizo es mostrarnos que podemos confiar en Él. Y cuando el creyente no ve esto, está mirando al diablo y a sus tentaciones más que al amor y al poder de Cristo, que ha vencido a todos sus enemigos por él; pero cuando nuestros ojos se apartan de todos los demás objetos y se fijan en Cristo, entonces, y solo entonces, podemos gozar de paz.
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«Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos.» ¡De qué manera tan hermosa esto … nos muestra el tierno cuidado que Dios tiene sobre todas Sus criaturas! Él no deja de encontrar una casa para el menos valioso de los pajarillos, y un nido para la más agitada de las aves. ¡Qué confianza debería darnos esto! ¡Qué reposo recibe el alma que se entrega al vigilante y tierno cuidado de Aquel que provee tan fielmente para la necesidad de todas Sus criaturas!
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David exhibe aquellas prendas infalibles de un corazón que conoce al Señor—la confianza en Dios sobre todas las cosas, y a toda costa. «Que yo caiga en la mano de Jehová.» Dulce y precioso pensamiento de lo que el Señor es para Su pueblo! Y bien sabe Él cómo llenar el corazón con la certidumbre de que Él merece su confianza. Incluso cuando aplica disciplina, Dios es más amante, más fiel, más digno de confianza que nadie.
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El sencillo refugio del santo es en Dios. «Dios es mi defensa.» No tenemos aquí planificación defensiva, ni el empleo de medios humanos para afrontar el poder del enemigo. Puede que en parte y durante un tiempo tengamos éxito de esta manera, pero al usar armas carnales hemos perdido la dependencia que introduce a Dios en la situación y la perfección del caminar y del testimonio que se da cuando se espera en Él.
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Hay
momentos en
los que Dios nos hace sentir que no podemos
confiar en el hombre sino solo en Él. A menudo recibimos
consolación humana. «Dios,
que consuela a los humildes, nos consoló con la venida
de
Tito.» Pero no
debemos apoyarnos en el hombre. Por esto, hay momentos
en los que
tenemos que decir,
«Todo hombre es mentiroso», y nos apoyamos en Dios. Porciones para Peregrinos - Citas de J. N. Darby // Selección de H. G. Título original: Pilgrim Portions - Meditations for the Day of Rest - Selected from the
Writings, Hymns,
Letters, etc., of J. N. Darby SEDIN-Servicio Evangélico
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