Porciones para Peregrinos
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Semanas
Introducción y Prefacio 29—La todosuficiencia de Cristo 39—Nuestras necesidades y 44—Aliento para los peregrinos 51—La luz celestial |
Este mundo es un desierto erial; Nada en él tengo para buscar o escoger— Ningún deseo de en este yermo quedar— Nada
en
él
que
lamentar
ni perder.
Estamos en un peregrinaje, y Dios nos lo hace sentir en nuestras circunstancias. Él nos separa de lo que es más querido aquí abajo; nos desteta, y entonces, sin ni darnos cuenta de ello, maduramos para el cielo.
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Siempre fui un alma solitaria, pensando más en los demás que con ellos; pero es bueno estar más a solas—muy bueno, si es más a solas con Cristo. ¡Qué lugar tan maravilloso!
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«Dios, que consuela a los humildes.» ¡Ah, digo yo que vale la pena ser humillados si el resultado es una consolación así! … y pensar lo maravilloso que es tener a Dios ocupándose de nosotros en nuestras aflicciones cuando recordamos quién Él es.
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Siento más y más lo que todos sabemos, que la obra para Dios es la obra de Dios.
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Cuando el alma está abatida, como una nave cuando la marea está baja, está en peligro de arrecifes y bancos de arena; pero cuando la marea está alta no hay bancos de arena, porque la nave es levantada por encima de todos ellos. Así, cuando el alma es feliz en Cristo, persistirá adelante en paz, con independencia de todas las pruebas que pueda verse llamada a encontrar en nuestros hermanos creyentes. … Y así empujados por la marea de bondad divina, olvidando todo lo demás, podemos andar felices juntos, ocupados con Cristo, y no unos con otros.
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Si Cristo está entre nuestros corazones y el sufrimiento, en lugar de interponerse el sufrimiento entre nuestros corazones y Cristo, encontraremos el lugar de sufrimiento como el mejor lugar sobre la faz de la tierra para nosotros, por cuanto todo sufrimiento nos llevará entonces más cerca de Cristo.
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Asegurémonos de que Dios hace más en nosotros que lo que nosotros hagamos por Él, y que lo que nosotros hacemos es solo por Él en proporción en que Él mismo obra en nosotros.
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La verdad no necesita al hombre; el hombre necesita la verdad.
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Barrer la nieve es un largo trabajo; si el sol está alto, se va sola. En el curso de una noche cubre la tierra hasta medio metro de profundidad—lo que millones de hombres no podrían hacer se consigue en un día si aparece el calor de Dios.
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No temas las … consecuencias. Si hacemos lo recto, Dios se cuidará de ellas.
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No puedo hacer la obra que hice en el pasado, pero tengo Su obra para hacer en tanto que Él me la dé.
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Nos gustaría ir siempre con un viento pleno, favorable, pero esto no produce un buen marino.
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Ni una sola cosa en la que hayamos servido a Cristo será olvidada … todo saldrá de lo que sea real, y lo que es real es Cristo en nosotros, y solo esto.
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He visto a
menudo almas aisladas, que si se mantenían cerca del
Señor hacían más progreso que aquellos que gozaban de
mayores ventajas espirituales. Estos últimos pensaban
que todo lo que gozaban era de su fe, cuando no lo era,
mientras que aquello que uno posee a solas, al menos uno
lo posee con Dios.
Porciones para Peregrinos - Citas de J. N. Darby // Selección de H. G. Título original: Pilgrim Portions - Meditations for the Day of Rest - Selected from the
Writings, Hymns, Letters, etc., of J. N. Darby SEDIN-Servicio Evangélico
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